Venezuela sigue sin luz. A las cinco de la mañana (las 8.00 horas en España) se produjo un nuevo apagón que afectó a una gran parte de Caracas y varios estados del país. La vicepresidenta Delcy Rodríguez anunció la suspensión de las actividades escolares y laborales. Todo queda en el aire mientras se intenta restituir el sistema eléctrico nacional desde la central hidroeléctrica Guri, en el sureño estado de Bolívar.

Los criminales generaron un incendio en el patio de 765 kva (unos 612 kw), con la intención aviesa de dañar de modo definitivo la generación y transmisión de la carga, había dicho el martes Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación y portavoz de Nicolás Maduro. La incidencia comenzó a hacer estragos el lunes por la noche, con reparaciones de eficacia intermitente. El Ministerio Público anunció el inicio de una investigación sobre los ataques al sistema eléctrico.

ZOZOBRA

La sociedad ha vuelto a sentir la misma zozobra que se instaló el 8 de marzo, cuando a lo largo de más de 100 horas el territorio careció de fluido eléctrico. Y como en aquel corte inédito, volvieron a echarse a perder alimentos y electrodomésticos. Los pacientes se vieron imposibilitados de cumplir sus tratamientos médicos. Trasladarse en las ciudades se convirtió otra vez en hazaña.

Juan Guaidó, el líder parlamentario a quien EE.UU y otros 50 países reconocieron como presidente encargado rechaza la hipótesis de un sabotaje contra las instalaciones. El ingeniero Miguel Lara, expresidente de la oficina estatal responsable de la operación del sistema eléctrico, consideró que el problema recurrente se afirmó que el sistema eléctrico es cada vez más débil. El deterioro acelerado del sistema eléctrico se ha profundizado principalmente porque actualmente el país genera mucho menos de lo que se producía hace 20 años, señaló a diario El Nacional.