Barack Obama no ha querido dejar el cargo en la jefatura de Estado estadounidense sin lanzar pirotecnia contra su sucesor, el ya electo Donald Trump, durante una rueda de prensa en Atenas, en la primera etapa de su última gira internacional oficial que le llevará también a Alemania y Perú.

“Habéis visto la retórica entre los cargos electos republicanos y activistas y medios”, señaló Obama en una conferencia conjunta con el primer ministro heleno, Alexis Tsipras. “Parte de ella es bastante alarmante y no necesariamente conectada con hechos, sino usada de forma efectiva para movilizar a la gente”, agregó.

“Y, obviamente -continuó-, el presidente electo Trump aprovechó esa presión dentro del Partido Republicano y fue capaz de ampliarla lo suficiente y conseguir los votos necesarios para ganar las elecciones”. El mandatario afirmó que “los pueblos tienen menos certezas sobre sus identidades nacionales o su lugar en el mundo”, lo cual, a su juicio, “ha producido sin duda movimientos populistas de izquierda y de derecha”. Para Obama, este cóctel es una “mezcla volátil” puesto que a veces se combina con “cuestiones de identidad étnica, religiosa o cultural”.

COMPROMISOS CON LA OTAN

En cualquier caso, Obama también aseguró que Trump “expresó un gran interés” en mantener las relaciones estratégicas del gigante americano. “No habrá debilitamiento en la determinación en lo tocante al compromiso de EEUU de mantener una relación fuerte y sólida con la OTAN”, apostilló el presidente estadounidense, quien reconoció que “esas alianzas no son solo buenas para Europa, sino para EEUU, y vitales para el mundo”.

En este sentido, Obama celebró que Grecia fuera uno de los únicos cinco miembros de la OTAN que ha mantenido su compromiso de gastar al menos un 2% de su PIB en defensa, y ha pedido al resto que tomen ejemplo del país, que arrastra una profunda crisis desde 2010.

Además, Obama echó un capote al Ejecutivo ateniense, al apoyar, sin nombrarlo en primera persona, el alivio de la deuda. “Para que las reformas sean sostenibles, la economía griega necesita espacio para volver a crecer y crear empleo”, indicó el mandatario, que añadió: “ElFondo Monetario Internacional ha dicho que el alivio de deuda es crucial y yo continuaré presionando a los acreedores de Grecia para que lo hagan”.

Por su parte, Tsipras confió en sus presiones y en el músculo de Obama para convencer a la cancillera alemana, Angela Merkel, de la idoneidad de un respiro para las arcas helenas. “Esta crisis no es una abstracción, sino que ha tenido un impacto concreto en el modo de vida de la gente de este país”, apuntaló Obama.

CRISIS DE LOS REFUGIADOS

Asimismo, el presidente estadounidense aseguró que su país seguirá cooperando y apoyando a Grecia en la crisis de los refugiados, así como en la puesta en marcha de los programas que han reducido los flujos de refugiados, al tiempo que enfatizó la necesidad de “ayudar a esta gente que tienen enormes necesidades incluso mientras intentamos resolver los asuntos que han causado esta crisis”. El mandatario estadounidense también alabó la compasión griega con los refugiados.

El primer presidente negro de EEUU -que se arrancó en griego con un “kalispera” (buenas tardes) y un “efharisto” (gracias)- es el cuarto mandatario de su país que visita de manera oficial Grecia. Bill Clinton fue el último en ver las ruinas del Partenón, hace casi exactamente 17 años (el 19 de noviembre de 1999). Ese es precisamente el plan que le espera a Obama este miércoles, a lo que seguirá un discurso sobre democracia y globalización. Tras este, el líder estadounidense abandonará la cuna de la democracia y tomará el Air Force One con destino a Berlín.