El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha enviado este martes una propuesta al Congreso para cerrar Guantánamo, la prisión militar cubana que desde que abriera sus puertas en 2002 para a alojar a los sospechosos de terrorismo en la guerra contra Al Qaeda y sus satélites se convirtió en uno de los símbolos de la perversión de la justicia.

El plan contempla el traslado de más de la mitad de los 91 reclusos que quedan en el penal cubano a cárceles civiles o militares de Estados Unidos para que sean juzgados o sigan detenidos de forma indefinida. Para que salga adelante el Congreso tendría que modificar la ley porque ha vetado el uso de fondos federales para que los reos sean trasladados al territorio continental estadounidense.

Prisiones civiles

Este martes, Obama explica los detalles del plan a la prensa en una comparecencia desde la Casa Blanca. Por lo que se ha adelantado, el documento enviado a los congresistas detalla los costes de su implementación y sugiere una serie de prisiones civiles y militares para alojar a los presos.

No todos acabarían en EE UU porque el Pentágono quiere seguir transfiriendo a terceros países a los presos cuya liberación ha sido autorizada por las agencias de seguridad. Una segunda categoría de detenidos están siendo juzgados por comisiones militares y a otros grupo se les considera demasiados peligrosos para que sean liberados a pesar de que no han sido acusados de nada.