Mientras 350 redacciones periodísticas de EEUU preparaban los editoriales que publicaron ayer en una inédita acción conjunta a favor de la libertad de prensa y contra «la guerra sucia» que Donald Trump libra contra los medios, el presidente anunciaba una acción sin precedentes también: la retirada, por decisión presidencial, de las credenciales de seguridad de un exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

John Brennan, el afectado, que estuvo al frente del órgano de espionaje durante la presidencia de Barack Obama y que ha sido una de las voces más duras contra acciones de Trump, especialmente en todo lo referido a la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016, reaccionó inmediatamente en Twitter, identificando su castigo como «parte de un esfuerzo más amplio del señor Trump de suprimir la libertad de expresión y castigar a los críticos».

Brennan aseguró también que «debería preocupar enormemente a todos los estadounidenses, incluyendo profesionales de inteligencia, sobre el precio de hablar públicamente». El exdirector de la CIA profundizó ayer en su crítica en The New York Times.

«El señor Trump claramente está más desesperado por protegerse a sí mismo y a la gente cercana a él», denuncia, que ve al mandatario cercado por la investigación del Rusiagate que dirige el fiscal especial Robert Mueller y considera que son «bazofia» las negativas del presidente de que hubo colusión de su campaña con Moscú mientras el Kremlin interfería en las elecciones del 2016.

Brennan habla también de «una decisión políticamente motivada» y la ve cómo «un intento de asustar para que callen a otros que podrían atreverse a retarle». El comunicado leído por Huckabee admite que se está estudiando retirar también las credenciales de seguridad a otros exaltos cargos de inteligencia de la Administración del del demócrata Barack Obama, incluyendo el exdirector de la Agencia de Seguridad Nacional Michael Hayden, la exasesora de seguridad nacional Susan Rice y James Clapper, que fue director nacional de Inteligencia de Obama.

Coordinación

Respecto a los editoriales coordinados, Domald Trump se limitó a responder con tres tuits. Aunque esta vez no acudió a la expresión «enemigo del pueblo», definió a los medios que descalifica de «noticias falsas» como «el partido de la oposición». También acusó a The Boston Globe, del que partió la iniciativa, de estar en «colusión» con otros medios y volvió a sugerir que muchos «impulsan una agenda política o intentan simplemente hacer daño a la gente».