Nuevo ataque químico en Siria. Los servicios de emergencia y activistas locales han denunciado un ataque con gas de cloro realizado por el régimen sirio contra un barrio controlado por los rebeldes de Alepo. La Defensa Civil de Siria, más conocida como los Cascos Blancos, ha asegurado que helicópteros del Gobierno han dejado caer barriles bomba con gas de cloro en el vecindario de Sukari.

Esta organización ha hecho públicos varios vídeos en que se ve a personas con síntomas de intoxicación, a las que tienen que poner oxígeno para ayudarles a respirar. Según los Casos Blancos, 80 personas, muchas de ellas niños, han resultado heridas en los bombardeos. Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha informado también del ataque y, citando fuentes médicas, ha asegurado que la acción ha provocado 70 heridos.

Un vecino explicó que los barriles cayeron sin provocar grandes explosiones, pero que en seguida se notó un olor extraño y muchas personas empezar comenzaron a experimentar problemas de asfixia.

Los Cascos Blancos ya han denunciado al menos dos ataques con gas de cloro este mes de agosto. La Comisión de Investigación sobre Siria de las Naciones Unidas ha confirmado uno de esos dos ataques, durante el cual se arrojaron barriles con gas de cloro sobre localidades de los alrededores de Idleb. La delegación ante al ONU de Rusia, principal aliado del régimen sirio, puso en duda las conclusioens de ese informe.

MASACRE DE GHOUTA

El régimen sirio no ha dudado en emplear armas químicas en las zonas controladas por los rebeldes. El ataque más grave se produjo el 21 de agosto del 2013, cuando cerca de 1.400 murieron en un ataque con gas de cloro en Ghuta, una localidad de los alrededores de Damasco.