El 70 por ciento de los votantes del archipiélago nipón de Okinawa se opusieron en un referéndum al traslado de una base militar estadounidense dentro de la región, según los resultados anunciados hoy de esta consulta no vinculante.

El referéndum había sido convocado en la víspera por el Gobierno local para consultar a la población local sobre la reubicación de la base aérea de Futenma de la Marina de Estados Unidos, y su resultado vuelve a poner de manifiesto el rechazo mayoritario que genera en Okinawa la presencia militar de EE.UU.

Pese a la clara oposición contra el traslado de estas instalaciones, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, afirmó hoy que seguirá adelante con el proyecto debido a que éste "no puede sufrir más retrasos", en declaraciones a los medios.

La base de Futenma se ubica actualmente en el centro urbano de Ginowan, en la isla principal de Okinawa, y Japón y Estados Unidos acordaron en 1996 trasladarla a la bahía de Henoko, una zona más apartada de núcleos de población, después de una serie de incidentes protagonizados por soldados estadounidenses.

No obstante, la reubicación se ha ido retrasando debido a la oposición de la población y los políticos locales, quienes argumentan que el proyecto tendría un elevado impacto medioambiental y defienden que tanto esta base como otras de EEUU sean trasladadas fuera de su territorio.

MASIVO RECHAZO

El 72,2 por ciento de los votantes del referéndum rechazaron el traslado, mientras que el 19,1 % respaldó el plan, en una consulta que contó con una tasa de participación del 52,48 %.

"Se trata de la primera vez en que se ha mostrado claramente el rechazo de la población al plan", dijo el gobernador de la prefectura de Okinawa, Danny Tamaki, quien llamó al Gobierno local a "tener en cuenta la voluntad popular y detener los trabajos de traslado", en declaraciones a los medios locales.

La ordenanza aprobada por las autoridades regionales estipulaba que si la opción más votada obtenía una cuarta parte de los sufragios, el Gobierno local debía respetar el resultado y comunicarlo al primer ministro nipón y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Sin embargo, debido a su carácter simbólico y no vinculante es poco probable que Shinzo Abe decida retirar un plan en torno al cual el Gobierno central y el regional mantienen una larga batalla política y en los tribunales.

"Hemos dialogado con la población de Okinawa desde hace tiempo y pretendemos seguir haciéndolo para lograr su entendimiento", dijo hoy Abe, quien añadió que "hará todos los esfuerzos posibles por aliviar la carga" que supone la presencia militar estadounidense para los habitantes de este archipiélago subtropical.

Las autoridades de Okinawa llevaron el caso a varias instancias judiciales para intentar tumbar el proyecto con argumentos legales basados en el impacto medioambiental de la base, pero la Corte Suprema de Japón dio la razón a Tokio en 2016.

En torno a una quinta parte de la superficie de la isla principal de Okinawa es suelo militar estadounidense.