El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha criticado los efectos que produce la ley irlandesa del aborto, después de haber estudiado el caso de una joven que sufrió un trato "cruel, inhumano y degradante".

En un comunicado hecho público en Ginebra, los miembros del comité dicen que la joven, cuyo nombre o ha sido revelado, tuvo que elegir entre seguir con su embarazo, a pesar de que se sabía que el feto no iba a sobrevivir, o buscar donde abortar en el extranjero.

Los hechos se remontan a noviembre del 2011, cuando la mujer estaba embarazada de 21 semanas. Los médicos le dijeron entonces que el feto era portador de enfermedades congénitas.

La chica decidió entonces desplazarse al Reino Unido para poner fin a su embarazo. Regresó a Iralanda doce horas después ya que no podía permanecer más tiempo en el país vecino por razones económicas.

El hospital británico no le dijo nada sobre los restos de feto. Ella lo dejó en el hospital. Tres semanas después, recibió las cenizas del feto por correo.

EQUILIBRADA Y PROPORCIONADA

"Muchas de las malas experiencias que la joven tuvo que soportar se las podría haber evitado si no se le hubiera impedido interrumpir su embarazo en un entorno familiar, en su propio país, y con el cuidado de los profesionales de la salud en los que ella confiaba ", han explicado los expertos.

Irlanda, dicen el comité de la ONU, está obligada a proporcionar apoyo a las mujeres para evitar que se produzcan casos similares.

La Comisión pide a Irlanda "modificar la ley" y respetar el Pacto Internacional relativo a los derechos civiles y políticos, que firmó.

Irlanda, por su lado, ha respondido a la Comisión que su legislación y Constitución reflejan de manera "equilibrada y proporcionada" este tema "profundamente moral."

Irlanda prohibe la práctica del aborto incluso en caso de violación, malformación de feto o riego para la salud de la madre.