La oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha denunciado ejecuciones sumarias de soldados cautivos y de la política kurda Hevrin Khalaf por parte de milicianos del grupo armado Ahrar al Sharqiya, afín a Turquía. Si se prueban las ejecuciones, Ankara será el responsable de graves violaciones de las leyes internacionales, advirtió ayer el portavoz de la oficina de la ONU, Rupert Colville. Las ejecuciones se grabaron en vídeos publicados en las redes sociales.

«Pedimos a las autoridades turcas que lancen inmediatamente una investigación imparcial, transparente e independiente en estos incidentes», dijo Colville. La oficina de la ONU también denunció ataques contra al menos cinco instalaciones médicas. Por otro lado, la cifra de desplazados es de al menos 160.000 -de los que unos 70.000 serían niños-, aunque se estima que el número puede alcanzar los 300.000. Unicef ha denunciado la muerte de al menos cuatro niños desde el inicio de las hostilidades y ataques a escuelas, así como el cierre de numerosos colegios y mercados. La administración autónoma kurdosiria, por su lado, alertó de la suspensión del suministro de ayuda humanitaria en el norte de Siria, de donde se han retirado «todas» las organizaciones internacionales.