Diez días después de haber asumido el cargo de Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha inaugurado en Ginebra la trigésimo novena sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Durante su dircurso, la expresidenta chilena ha mostrado su preocupación por el auge de la extrema derecha en Europa y su retórica xenófoba y se ha referido a los los últimos acontecimientos racistas en Alemania y a la necesidad de enviar equipos de investigación tanto en Austria como Italia para asegurar la protección de los migrantes. Bachelet ha criticado la política de puertos cerrados del Gobierno de Roma. No se ha olvidado de mencionar también el caso de los 500 niños migrantes que fueron separados de sus padres en Estados Unidos y que aún no han sido devueltos a sus familiares.

La política chilena ha hecho un repaso a las principales crisis humanitarias del mundo, como la persecución de la minoría musulmana de los rohinyás en Birmania o las víctimas civiles de los bombardeos de la coalición liderada de Arabia Saudí contra Yemen, que ha causado la muerte de miles de civiles. Bachelet ha recordado el ataque que mató a decenas de niños en Saada el mes pasado. "Seguiré de cerca los pasos que se toman para responsabilizar a los autores y proporcionar reparación e indemnización a las víctimas", ha dicho la alta comisionada. También se ha referedio a las acusaciones "profundamente inquietantes" sobre los grandes campos de reeducación donde permanecen detenidos a miembros de la minoría uigur en la provincia occidental de Xinjiang.

EXODOS DE NICARAGUA Y VENEZUELA

Bachelet se ha referido también a los actos de violencia en Nicaragua y a los atentados contra la libertad de expresión y reunión por parte del Gobierno de presidente Daniel Ortega. La crisis en el país centroamericano ha provocado la muerte de unas 400 personas y dejado al menos 2.000 heridas.

La Alta comisionada ha denunciado que desde el pasado junio la ONU sigue recibiendo informaciones sobre casos de muertes por malnutrición y enfermedades que se podrían prevenir en Venezuela. Asimismo, continúan las denuncias de detenciones arbitrarias, maltratos y restricciones a la libertad de expresión en ese país. Bachelet ha cifrado en 2,3 millones el número de personas que han huido del país hasta el pasado 1 de julio, lo que equivale al 7 % de su población total.