El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, reconoció amargamente que que la organización internacional tiene una capacidad "limitada" para impulsar una solución política de la crisis venezolana. Guterres expresó su desazón por no haber contribuido lo suficiente a allanar el camino del diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición que encabeza el diputado Juan Guaidó, a quien EE.UU y otros 54 país reconocieron como "presidente encargado" de ese país. El diplomático portugués subrayó que el dialogo "es la única forma de superar las dificultades". La ONU apoyó en su momento la mediación noruega entre las partes. "Desafortunadamente no ha producido resultados por ahora".

La admisión de Guterres se conoció pocas horas después de que el Gobierno venezolano frenara el arribo a Caracas de una comitiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que había sido invitada por las fuerzas opositoras que controlan el Parlamento. "Copa Airlines impidió el abordaje de la delegación de la CIDH a la puerta del avión en Panamá. Todos con los bording pass en las manos. Informaron que recibieron instrucciones de que no estábamos autorizados a ingresar al país", informó el organismo adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA). La CIDH, que tenía previsto "observar en el terreno" la situación de los derechos humanos en ese país, anunció que "se encontrará con las víctimas" de los atropellos estatales en la frontera entre Colombia y Venezuela. A su vez, la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) se ofreció para recibir los testimonios de las personas afectadas por la represión.

El Palacio de Miraflores ya había anticipado que no recibiría a la CIDH porque "Venezuela ya no forma parte de la OEA". El presidente Nicolás Maduro decidió retirarse del organismo continental desde el momento que buena parte de los países integrantes, con Estados Unidos al frente, reconocieron a Guaidó como principal autoridad interina.El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, dijo al respecto: "la OEA para nosotros no existe". Cabello le reclamó a la CIDH que pusiera su mirada en, Bolivia, Colombia y Chile y la desviara de Caracas. Pareció desconocer que la CIDH acaba de dar a conocer conclusiones lapidarias sobre las violaciones a los derechos humanas perpetradas por el Estado chileno en el marco de las protestas iniciadas a mediados de octubre en Santiago.

DÍA DE LA DIGNIDAD

La visita intentó realizarse sin suerte en un día especial para el madurismo: cada 4 de febrero se conmemora el alzamiento militar contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez liderado por el entonces coronel Hugo Chávez ese día de 1992. En horas de la mañana, Maduro encabezó la liturgia estatal que es llamada "Día de la Dignidad Nacional". Hace 28 años, dijo ante una nutrida manifestación, se llevó a cabo "una rebelión contra el Fondo Monetario Internacional (FMI)" y "el neoliberalismo". Señaló en ese sentido que los objetivos políticos de ese alzamiento, coronados a partir de 1998 con la victoria electoral de Chávez, no pueden compararse con "la chapucería oligarca financiada desde Colombia y Estados Unidos" para obligarlo a abandonar de la presidencia. Dijo que el extinto mandatario construyó su poder en los barrios pobres mientras Guaidó, a quien calificó de "bobolongo" hace el "ridículo" en Miami, donde "vende la patria imaginaria en la que está".

EEUU Y RUSIA EN ESCENA

El conflicto venezolano sigue mientras mostrando todas sus aristas internacionales. Guaidó fue personalmente invitado a escuchar el discurso del Estado de la Unión de Donald Trump ante el Congreso norteamericano. A la par, Caracas anunció la inminente visita del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. El canciller llegará a la capital venezolana el viernes y será recibido por Maduro, entre otros funcionarios.