En el mundo hay nueve países que poseen armas nucleares. Cinco de ellos, que no por casualidad son los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia) son potencias nucleares reconocidas internacionalmente como tales de forma legal, dado que ya las poseían y habían realizado ensayos con anterioridad a la entrada en vigor del Tratado de No Proliferación (TNP) en 1970.

Desde entonces otros países, que no han suscrito el TNP, han desarrollado armas nucleares. El último en sumarse a la lista ha sido Corea del Norte. Antes lo hicieron India, Pakistán e Israel. Los dos primeros, al igual que Corea del Norte, lo reconocen de forma más o menos abierta, sin entrar en detalles. Israel mantiene desde hace décadas la denominada "política de ambigüedad nuclear" o de "ambigüedad estratégica", que consiste básicamente en no afirmar ni negar oficialmente la posesión de armas nucleares. Hay un décimo país, Suráfrica, que tuvo armas nucleares en la década de 1980 pero las desmanteló a principios de los 90 y firmó el TNP en 1991.

A pesar de haber reducido progresivamente sus arsenales en las últimas dos décadas y media, EEUU y Rusia poseen aún casi el 93% de las armas nucleares que existen en el mundo. El prestigioso Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo (SIPRI) cifra en su último informe (publicado en julio del 2017) en aproximadamente 14.395 (datos de enero del 2017) las armas nucleares en el planeta. Los arsenales nucleares de los otros países son mucho menores que los de las dos grandes potencias pero todos ellos "están desarrollando o desplegando nuevos sistemas armamentísticos" de tipo nuclear o han anunciado su intención de hacerlo. Todos ellos tienden, pues, a la modernización de sus capacidades nucleares y algunos (como India y Pakistán) a la expansión.

Gran Bretaña

En enero del 2017, según el SIPRI, Gran Bretaña poseía unas 215 cabezas nucleares, de las que 120 estaban operativas. El total del arsenal británico será reducido a no más de 180 cabezas hacia la mitad de la década del 2020. La fuerza nuclear de disuasión británica consiste en cuatro submarinos Trident, del tipo ‘Vanguard’, equipados con misiles nucleares. En julio del 2016 el Parlamento británico aprobó el programa presentado por el Gobierno para substituir los cuatro submarinos otros más modernos, denominados ‘Dreadnought’, que por motivos presupuestarios no entrarán en servicio hasta la década del 2030.

Francia

Francia posee unas 300 cabezas nucleares. El principal componente de su fuerza de disuasión nuclear son cuatro submarinos Triomphant, equipados con misiles nucleares. Recientemente han sido modernizados para poder llevar misiles de nueva generación. Además, la Fuerza Aérea francesa dispone de los cazas a reacción Mirage y Rafale, capaces de portar y disparar misiles nucleares de medio alcance. Un modelo de los Rafale está desplegado en el portaviones 'Charles de Gaulle'; el resto en bases terrestres.

China

China mantiene un arsenal de unas 270 cabezas nucleares. Pekín ha optado por no ampliarlo de forma sustancial pero se ha embarcado en un programa de modernización centrado en cambios cualitativos. El arsenal incluye misiles balísticos intercontinentales (ICBM). También está desarrollando una flota de submarinos nucleares.

India y Pakistán

India y Pakistán, que desde la independencia (1947) arrastran una relación conflictiva, se han enzarzado en una carrera que, según el SIPRI, puede hacer incrementar de forma muy significativa sus respectivos inventarios de armas nucleares durante la próxima década. India llevó a cabo el primer ensayo nuclear en 1974 y el SIPRI estima que en la actualidad posee entre 110 y 120 cabezas nucleares, con tendencia al alza. Su prioridad es el desarrollo de los misiles Agni-V, con un alcance casi intercontinental. También ha desarrollado por medios propios un submarino nuclear.

Pakistán empezó a desarrollar un programa nuclear desde principios de los 70 y se cree que posee armas nucleares desde mediados de los 80. En el 2004, Abdul Qadir Khan, considerado el padre de la bomba atómica pakistaní, confesó dirigir una red de mercado negro para vender tecnología nuclear a países como Libia, Corea del Norte e Irán. Pese a la negativa oficial, persisten las sospechas de que el Gobierno paquistaní era cómplice en esta trama.

El SIPRI calcula que Pakistán posee entre 120 y 130 cabezas nucleares (datos de enero del 2017), también con tendencia al alza, y está ampliando sus capacidades para producir material fisible. Su actual arsenal atómico utiliza uranio altamente enriquecido. Pakistán cuenta con misiles balísticos de corto y medio alcance y está intentando desarrollar misiles de largo alcance capaces de golpear en cualquier lugar del territorio de la India.

Pakistán es el único país musulmán con armas nucleares y la masiva presencia de los talibanes y otros grupos yihadistas en su territorio constituye un motivo adicional de preocupación internacional por el riesgo de que en algún momento logren hacerse con alguno de esos artefactos.

Corea del Norte

Corea del Norte, el último país en incorporarse al club nuclear, había suscrito el TNP pero se retiró a principios del 2003. Desde octubre del 2006 ha realizado seis ensayos nucleares, el último de ellos el 3 de septiembre del 2017 (en concreto probó una bomba de hidrógeno o termonuclear). El SIPRI cree que el régimen estalinista de Kim Jong-Un puede haber fabricado entre 10 y 20 cabezas nucleares utilizando el plutonio separado del fuel producido en el reactor de Yongbyon. También tiene un avanzado programa de misiles balísticos y ha fabricado al menos 10 tipos de misiles de alcance corto, medio e intermedio. Sin embargo, no hay pruebas verificables de que sus cabezas nucleares sean suficientemente compactas como para ser colocadas en sus misiles, aunque los expertos creen que posiblemente podría "miniaturizar" alguna de estas cabezas para insertarlas en misiles de corto y medio alcance.

Israel

El caso de Israel es el más complejo. Profundamente marcado por el Holocausto, los padres fundadores del nuevo Estado judío decidieron desde el principio que el arma nuclear sería la garantía de disuasión para evitar ser víctima de un nuevo genocidio. En los años 50 y principios de los 60, científicos israelís participaron en el programa nuclear de Francia y fue con la ayuda de París que Israel construyó el reactor de Dimona, en el desierto del Neguev (la construcción comenzó en 1958 y el reactor pasó a ser operativo entre 1962 y 1964). Israel ni confirma ni desmiente oficialmente que tenga armas nucleares pero la superioridad tecnológica para compensar su aplastante inferioridad demográfica en una región hostil ha estado siempre en el centro de su doctrina militar (de ahí su frenética oposición al programa nuclear de Irán).

Por si quedaba alguna duda, en octubre de 1986, Mordechai Vanunu, un técnico que trabajaba en Dimona, reveló al mundo, a través del diario británico 'The Sunday Times', los detalles del programa nuclear de Israel (y fue encarcelado durante décadas por ello).

El SIPRI estima que Israel tiene actualmente 80 armas nucleares. De estas, 30 serían bombas para ser lanzadas desde aviones y las otras 50 para ser colocadas en los misiles balísticos de medio alcance Jericho II. Israel está desarrollando un misil más avanzado, el Jericho III, de alcance intermedio, pero no se sabe en qué fase se encuentra. También han circulado informaciones en el sentido de que Israel estaría equipando con misiles de crucero su flota de seis submarinos alemanes Dolphin, pero dichas informaciones no han podido ser confirmadas e Israel lo niega insistentemente. Otras fuentes sitúan el número de armas nucleares israelís entre las 75 y las 200.