Tras la reunión que sostuvo el Papa Francisco con las víctimas de abuso sexual por parte de miembros de la iglesia católica de Irlanda, ambas partes reconocieron que estos actos son denigrantes y que no se pueden dejar pasar sin castigo para los culpables.

"No puedo dejar de reconocer el grave escándalo causado en Irlanda por los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia encargados de protegerlos y educarlos", ha afirmado Francisco.

Además, reconoció “el fracaso de las autoridades eclesiásticas -obispos, superiores religiosos y sacerdotes- al afrontar estos crímenes repugnantes”, lo que “ha suscitado justamente indignación y permanece como causa de sufrimiento y vergüenza para la comunidad católica. Yo mismo comparto estos sentimientos", ha asegurado el Papa ante las autoridades irlandesas.

El encubrimiento es como la “caca”

Pero según ha declarado el portavoz oficial del Vaticano Greg Burke, tras el encuentro con algunas de las víctimas, Francisco ha comparado “a la corrupción y el encubrimiento de los abusos con la caca".

En ese sentido, el sumo pontífice de la iglesia católica ha condenado la falta de investigación pese a las denuncias, utilizando la palabra que tanto en italiano como en su castellano natal significan excremento, según revela un comunicado difundido tras la reunión por la asociación de víctimas Supervivientes de los Hogares Madre y Bebé.

El traductor explicó en el momento que "caca" significa "literalmente suciedad como lo que se puede ver en un váter", relata la asociación.

El papa llega a Irlanda donde se calcula que más de 25.000 menores han sido víctimas de abusos perpetrados por unos 400 religiosos durante 81 años, de 1914 al 2000, esto según el reporte de la investigación que se lleva a cabo en Pensilvania (EE.UU.), donde se documenta información sobre violencia sexual durante años a cerca de mil menores por parte de 300 sacerdotes.

Las víctimas reconocen los esfuerzos del Papa

En su primer discurso en Dublín, el Papa ha reconocido el "fracaso de las autoridades eclesiásticas" al afrontar los "crímenes repugnantes" de los abusos sexuales a menores por parte del clero católico, una lacra que tuvo en Irlanda una de sus crisis más graves.

Pero ante la disposición que ha mostrado el Papa para escuchar a los afectados, Clodagh Malone, una de las participantes en esta reunión, señaló que esto "ha sido un encuentro muy potente. Nos ha escuchado con auténtico interés". Malone nació en una de las casas de acogida para madres solteras financiadas por el Estado y gestionadas por la Iglesia en las que se produjeron abusos.

El encuentro ha durado una hora y media y entre las personas presentes también estaba la irlandesa Mary Collins, una de las primeras personas a quien Francisco llamó cuando instituyó la Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores de la Santa Sede, organismo que debe responder ante los casos de pederastia en el seno de la Iglesia y que posteriormente presentó su dimisión.

Pero según alegó Collins tras su renuncia a esta comisión, que dejó su cargo ante la negativa de algunos miembros de la Curia romana a responder a todas las cartas escritas por víctimas de abusos.

Por otra parte, el primer ministro irlandés Leo Varadkar le ha pedido al Papa "tolerancia cero" frente a los abusos y que "utilice su cargo e influencia para garantizar justicia y verdad para las víctimas en todo el mundo” y aseguró: “hay que pasar de las palabras a los hechos".