Con las heridas abiertas por la masacre del 13 de noviembre en París,Francia se blindó para recibir al 2016 sin disgustos terroristas. Un total de 100.000 agentes de seguridad se desplegaron por todo el país, en especial en el área que concentra los festejos en la capital francesa -la avenida de los Campos Elíseos y alrededores-. Las cifras oficiales constatan que este año la concentración en las calles del centro ha sido menor que para recibir al año 2015.

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, justificó el gran despliegue de seguridad con el argumento de que la amenaza terrorista continúa siendo elevada. El presidente francés, Françoise Hollande, alertó a sus conciudadanos de que todavía queda mucho camino por recorrer para dar por terminada la amenaza del terrorismo yihadista. Hollande calificó el 2015 de como un año de "sufrimiento y resistencia" pero subrayó: "Pese al drama, Francia no ha cedido. Pese a las lágrimas se ha mantenido en pie. Frente al odio, ha mostrado la fuerza de sus valores, los de la República".