La Fiscalía de París ha abierto una investigación por homicidio involuntario por la muerte de un hombre durante un violento control policial el pasado 3 de enero en la capital francesa. La familia de la víctima denuncia un «asesinato» que las autoridades intentan cubrir con una «red de mentiras» y exige que los agentes responsables sean juzgados en un tribunal penal.

Según la versión policial, Cédric Chouviat, un repartidor de 42 años y padre de cinco hijos, conducía una moto mientras llamaba por teléfono. Cuando los agentes le dieron el alto se mostró irrespetuoso y les insultó. En ese momento lo detuvieron por desacato y, al resistirse, le tiraron al suelo y le hicieron un placaje abdominal. Chouviat tuvo entonces un paro cardiaco y fue trasladado al hospital, donde falleció dos días más tarde.

Sin embargo, vídeos de medios como Mediapart o los que ha logrado la defensa de la víctima grabados por testigos que presenciaron la escena desmienten la versión policial de que el individuo se mostró agresivo. «No era violento. Solo grababa a los policías. Parecía hacerlo para defender sus derechos y eso les molestaba», cuenta un testigo.

Los resultados de la autopsia presentados ayer por la fiscalía muestran que la muerte se produjo por asfixia y que Chouviat sufrió una fractura de laringe. También se detectó que padecía problemas cardiovasculares, pero la familia asegura que no tenía ninguna insuficiencia cardiaca conocida.

La justicia dispone de muchos elementos para aclarar lo sucedido, entre ellos las dos cámaras de vigilancia situadas en la zona de la detención y el propio teléfono móvil de la víctima, que grabó toda la escena. Otro testigo que filmó la detención sostiene que los tres policías que inmovilizaron a Chouviat se ensañaron sin motivo. En un vídeo se aprecia cómo los agentes le practican un masaje cardiaco antes de la llegada de los bomberos.

Christian Chouviat, padre del fallecido, denunció una muerte cubierta por una red de «mentiras». «¿Hay derecho a esto? El tipo se levanta a las seis de la mañana en verano y en invierno. Va a trabajar y de golpe le cortan la respiración. Hay tres asesinos. Quiero ir a juicio y que esa gente no duerma jamás», dijo. El ministro del Interior, Christophe Castaner, reconoció que el resultado de la autopsia genera «preguntas legítimas».