Un día después de que el Partido Conservador en el Reino Unido perdiese la mayoría parlamentaria y la oposición tomara el control de la agenda del Parlamento mediante una votación extraordinaria, los diputados han asestado otro varapalo al plan del primer ministro británico, Boris Johnson, para llevar a cabo un 'brexit' duro.

Este martes, los diputados británicos han votado una moción presentada por la oposición laborista que obligará al primer ministro a frenar la salida del Reino Unido de la Unión Europea prevista para el 31 de octubre en caso de no conseguir un pacto con Bruselas antes del 19 de octubre. De no conseguirse dicho pacto, que además debe ser refrendado por el Parlamento, la propia ley fuerza al Gobierno a pedir más tiempo a Bruselas una prórroga hasta el 31 de enero de 2020 para seguir negociando las condiciones del divorcio con la Unión Europea y evitar así una marcha traumática.

La proposición de ley ha sido aprobada en primera lectura por 329 diputados a favor frente a 300 en contra y volverá a ser votada sobre las 20h (hora peninsular) tras un breve periodo de enmiendas y debate.

CAMBIO DE RUMBO

Johnson, amenazó con convocar elecciones anticipadas si este miércoles pierde el pulso en Westminster que podrían tener lugar el próximo 14 de octubre. De todas formas, en el Reino Unido la ley obliga a conseguir una mayoría de dos tercios de la cámara para poder aprobar una convocatoria electoral, a diferencia de España, donde el presidente del gobierno puede disolver las cortes sin someterlo a votación.

Además, el cambio de rumbo que tomó este lunes el ente británico con la aprobación de la toma de control por parte de la oposición, ha sido refrendada este martes por un tribunal escocés que ha declarado que la suspensión temporal del Parlamento británico no es un asunto judicial. Las críticas de sectores políticos y sociales resonaron en todo el país con la acusación de fondo de estar asistiendo a un secuestro de la democracia. En este contexto, ante la inoperatividad de los juzgados de Londres, las demandas para paralizar la suspensión del Parlamento se presentaron en Escocia.