Tampoco esta vez hubo acuerdo. El Parlamento británico volvió a rechazar todas las propuestas alternativas al plan de Theresa May para el ‘brexit’. El resultado acrecienta la posibilidad de una salida sin acuerdo del Reino Unido el próximo 12 de abril. Tanto el gobierno como el Parlamento han demostrado que no sabrían lo que hacer, si solicitan una prórroga para el ‘brexit’. La primera ministra Theresa May tratará de decidir este martes la ruta a tomar.

El Presidente de la Cámara, John Bercow, había seleccionado cuatro enmiendas para ser sometidas a “votaciones indicativas”, como ya ocurriera la semana pasada. La presentada por el conservador, Kenneth Clarke, reclamaba la permanencia del Reino Unido en la unión aduanera. Fue rechazada por un margen de tan solo tres votos. (276, contra 273). La segunda propuesta mantendría al Reino Unido en el mercado interior de la Unión Europea. Conocida como salida a la “noruega había sido presentada por un conjunto de diputados, liderados por el ‘Tory’ moderado, Nick Boles. Le faltaron 8 votos para ser aprobada (264 frente 272), a pesar de contar en esta ocasión con el apoyo oficial del Partido Laborista. En un gesto de cansancio y honor herido, Boles dimitió inmediatamente como miembro del Partido Conservador, tras conocer el resultado. “He fracasado, porque mi partido se niega a aceptar un compromiso”. La tercera propuesta exigía que cualquier salida que se adoptase fuera ratificada en referéndum. El margen en este caso fue de 12 votos (292 frente a 280). La cuarta enmienda estipulaba un plan para revocar el Articulo 50 y cancelar el ‘brexit’. Fue derrotada por un margen de 101 votos. (292 contra 191)

AMENAZAS DE DIMISIÓN

Theresa May había sido advertida que de admitir cualquier fórmula de ‘brexit’ suave, se enfrentaría a varios de sus ministros y a un gran sector del Partido. El ‘brexitier’, Simón Clarke, declaró, que si May terminaba aceptando la unión aduanera o el mercado único, “acabaría con varios ministros presentando la dimisión” y, “es muy posible que en esa situación el gobierno no sobreviva”. La ‘premier’ ha convocado una sesión extraordinariamente larga, de cinco horas de reunión con los miembros de su gabinete. Las tres primeras se dirigirán al llamado gabinete político, más restringido, al que se sumarán más tarde el resto de los miembros del equipo de gobierno.

Las divisiones son profundas en el gobierno y tienen inmovilizada a May. La posibilidad de un ‘brexit’ suave levanta ampollas entre los euroescépticos como el actual ministro de Comercio Internacional, Liam Fox. “La permanencia en la unión aduanera es una traición al ‘brexit. Los votantes eligieron el retomar el control y ahora los diputados quieren entregar el control más aún. La Unión Europea podrá imponer las normas al Parlamento”. Muchos de sus colegas sospechan que los diputados, con las votaciones indicativas lo que pura y simplemente desean conseguir es que no haya ‘brexit’ en absoluto. Dos de ellos, Crispin Blunt o Steve Baker han amenazado con votar contra la primera ministra en una posible moción de censura, si se inclina por implementar una salida que incluya la unión aduanera.

INDISCIPLINA HISTÓRICA

En Westminster se han roto todas las reglas que rigen el uso parlamentario. La última de ellas han sido las declaraciones a la BBC de Julian Smith, el jefe de mantener la disciplina en la Cámara de los Comunes. Tradicionalmente el ‘Chief whip’ el ‘jefe con el látigo’, es quien conoce todos los secretos del gobierno, pero está obligado a ser una tumba. No en los tiempos que corren. Smith, en un documental que se emitió en la noche del lunes atacó la estrategia del gobierno para el ‘brexit’, después de haber perdido la mayoría en el 2017. “Inevitablemente se iba hacía un ‘brexit’ suave”, afirmó. También acusó al actual gobierno de ser “el más indisciplinado en la historia política” del país.