A la constatación de que el virus zika se transmite a través del semen, en las relaciones sexuales, publicada el pasado abril en la revista 'New England Journal of Medicine', se sumó la confirmación de que existe un vínculo entre el virus y el riesgo de que el feto de las embarazadas que sufren la infección desarrolle microcefalia, un crecimiento anormalmente insuficiente del cerebro y el cráneo del futuro niño. Esta es la principal y más grave secuela de un contagio de zika.

Ambos hallazgos supusieron un paso de gigante en el conocimiento de un virus al que se atribuye una afectación general leve entre los seres humanos, con excepción de la citada alteración neurológica fetal. Fue, no obstante, la evidencia de que el zika se transmite en lasrelaciones sexuales lo que disparó la preocupación de científicos y gobiernos. "Un hombre infectado asintomático, que desconozca su contagio, puede transmitir el virus sin necesidad de que exista un mosquito y una picadura -advierte Mieria Jané, subdirectora de Vigilància i Resposta a Emergències en la Agència de Salut Pública de Catalunya-. La transmisión del zika pasa a ser un acto individual e implica mucho más riesgo para la población".

La propagación inusualmente intensa del mosquito 'Aedes aegypti', vector del zika, que experimentan desde hace casi un año varios países del centro y el sur de América, y la coincidencia de que en uno de ellos, Brasil, están programados unos Juegos Olímpicos para el próximo agosto, han propiciado un inesperado interés científico sobre un microorganismo de la familia de los arbovirus del que, reconocen los microbiólogos, aún se conoce muy poco. "Vamos avanzando a medida que se dispone de nuevas evidencias", añade Jané.