La salida de Estados Unidos del acuerdo de París es la primera gran evidencia de que Donald Trump ha decidido retirar a su país del mundo, aislarlo y dar la espalda a la comunidad internacional. Un repliegue sin precedentes que ha generado una tormenta de críticas, indignación planetaria y manifestaciones de protesta pero al mismo tiempo una inusitada unidad. Para evitar un golpe mortal, lo primero que ha hecho la Unión Europea es escenificar la renovación de su alianza estratégica con China, el primer país contaminante del mundo, y, lo segundo, advertir a Washington que su patada al pacto no impedirá que negocie directamente con estados y empresas de Estados Unidos comprometidos en la lucha contra el cambio climático.

“Estamos convencidos de que la decisión de Estados Unidos de abandonar el acuerdo de París es un gran error, más grande que no ratificar el Protocolo de Kyoto porque París es más justo. Pero la lucha contra el cambio climático y toda la investigación, innovación y progreso tecnológico continuará , con o sin Estados Unidos”, ha replicado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro chino, Li Keqiang, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, celebrada tras la decimonovena cumbre bilateral UE-China.

Ha sido un encuentro dominado por las buenas palabras pero con menos sintonía de la esperada debido a las divergencias en torno al estatus de economía de mercado que China reclama a la UE en el marco de la OMC. El desafío de Trump ha hecho que Tusk, Juncker y Keqiang hayan optado en esta ocasión por dejar sus diferencias en el cajón -tanto en comercio, como en acero o derechos humanos- para poner el acento en lo que les une. “Lo más importante es lo que Li dijo anoche, que tenemos que buscar los puntos en común y no lo que nos divide”, ha explicado Tusk.

TRISTEZA COMPARTIDA

Y lo único que hoy por hoy les mantiene en la misma onda, además del multilateralismo, es la lucha contra el cambio climático. “Estoy contento de ver que China está de acuerdo en nuestra tristeza sobre la desafortunada decisión de Estados Unidos”, ha dicho el democristiano luxemburgués sin mencionar que las discrepancias sobre el libre comercio y el acero han impedido aprobar la declaración sobre cambio climático y energías limpias negociada en las últimas semanas, según han confirmado fuentes del Consejo.

Aún así, Pekín ha cerrado filas con la UE. “Ha habido cambios en la situación internacional y un aumento de la incertidumbre y de los factores desestabilizadores. Por eso es importante que las relaciones entre la UE y China sean más estables”, ha reivindicado Li consciente de que la decisión de Donald Trump abre la puerta a un cambio de equilibrios en todo el mundo.

Pero más allá de trabajar con China, India o los países en vías de desarrollo, Bruselas tiene claro que intentará sortear la negativa de Trump al acuerdo de París negociando directamente aquellos que quieran implicarse en la lucha contra el calentamiento global, incluso dentro de Estados Unidos. “Estableceremos un diálogo en Estados Unidos con todos los actores que apoyan políticas climáticas ambiciosas”, asegura el comisario de clima y energía, Miguel Arias Cañete sobre ciudadanos, comunidades, empresas y estados comprometidos con la hoja de ruta de París.

“Estados como California tienen ambición y políticas muy ambiciosas. Las compañías norteamericanas van a generar energía limpia y por lo tanto también en Estados Unidos habrá esfuerzos para reducir las emisiones”, ha añadido apenas unas horas después de que Trump confirmara un rumor . Bruselas es consciente de que con una administración norteamericana más comprometida y ambiciosa la batalla contra el cambio climático sería más fácil pero consideran que tienen los mimbres -el acuerdo de París-, el mecanismo -las contribuciones de reducción nacionales- y la voluntad política necesaria para hacer frente al mayor desafío que tiene la humanidad por delante.

'MAKE OUR PLANET GREAT AGAIN'

Por tener tienen hasta el eslogan acuñado por el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, parafraseando a Trump: “Make our planet great again” o dicho en castellano, “Hagamos que nuestro planeta sea grande de nuevo”, informa Irene Casado. El nuevo presidente de la V República no sólo ha criticado la decisión de su homólogo estadounidense, sino que ha invitado de nuevo a “todos los científicos, ingenieros, empresarios y ciudadanos responsables que se sienten decepcionados por la decisión del presidente de Estados Unidos” a trabajar en territorio francés: “venid y trabajad aquí con nosotros para encontrar soluciones concretas para proteger el clima”.

Más lejos ha ido el primer ministro belga, Charles Michel, que considera un “acto brutal” la decisión de Trump y que incluso ha defendido la adopción de medidas contra un eventual “dumping climático” de los estadounidenses. La cancillera alemana, Angela Merkel, ha expresado con mucha más contención su enfado pero con igual firmeza: “Es una decisión lamentable y lo expreso de manera muy contenida”, pero “nada nos detendrá”, ha prometido.