El 25 de marzo Dakota del Sur registró el primer positivo de covid-19 en una planta de procesamiento de carne de cerdo de Sioux Falls. Dos semanas después, la cifra de enfermos superaba los 660, un número que la convirtió temporalmente en el mayor foco de contagio por metro cuadrado de todo el país.

Esa misma suerte han corrido al menos 22 plantas cárnicas, en las que trabajaban unos 35.000 empleados, según el sindicato United Food and Commercial Workers. Y probablemente no serán las últimas porque más de 2.200 trabajadores del sector se han contagiado en 48 procesadoras repartidas en el país.

Ante la situación del sector, el presidente Donald Trump designó el martes a las procesadoras cárnicas «infraestructuras críticas» para obligarlas a seguir abiertas, una medida que ha tranquilizado al sector, pero no ha calmado el miedo de sus empleados al tener que acudir al trabajo sin la protección necesaria.