Las autoridades alemanas ha estimado este domingo que la tragedia de Münster, en la que murieron dos personas y se produjeron 20 heridos, probablemente se debió a trastornos psicológicos sufridos por el conductor, con lo que se excluye de forma definitiva motivaciones políticas en el suceso. No hay "evidencia de motivos políticos" en esta tragedia, dijo Hajo Kulisch, jefe de policía de la ciudad.

Aunque el atropello mortal ofrecía ciertas coincidencias con otros ataques reivindicados por los yihadistas del Estado Islámico en un primer momento, las autoridades alemanas ya habían desestimado el rastro de un ataque islamista, y los medios alemanes informaron que el autor tenía vínculos con la extrema derecha. "Las motivaciones y las causas ha que buscarlas en el propio autor", agregó el jefe de policía. "Tenemos muchos indicios de que el autor se ha distinguido por su comportamiento extraño", ha agregado ante los periodistas el Ministro del Interior de la región donde ocurrieron los hechos, Herbert Reul.

El autor de la masacre tenía 48 años

Una fuente cercana a la investigación ha señalado que desde el 2015 el conductor de la camioneta "tenía un comportamiento extraño relacionado con una enfermedad mental manifiesta". Asimismo ha apuntado que hace algún tiempo "se produjo un nuevo incidente cuando anunció a sus conocidos por correo electrónico su próximo suicidio", agregó la fuente. Según el canal de televisión N-TV, el hombre ha amenazado dos veces a miembros de su familia, incluido su padre, con un hacha. El hombre de 48 años que vivía en Münster.

La policía ha confirmado la muerte de dos personas de 51 y 65 años en el atropello y que otras 20 resultaron heridas, entre ellas una docena grave. Una de ellas permanecía es domingo en estado "crítico".