La policía francesa ha protagonizado en los últimos días numerosas concentraciones espontáneas para denunciar la falta de medios, las continuas agresiones que sufren, el rechazo creciente de la población a la labor de las fuerzas de seguridad y la pasividad del aparato judicial ante los agresores.

Sin recibir ninguna consigna sindical, usando sólo sus móviles para convocar la protesta, cientos de funcionarios desfilaron vestidos de paisano en plena noche del lunes por los Campos Elíseos de París bloqueando el tráfico en torno al Arco del Triunfo.

Lo hicieron mientras mantenían encendidos los faros giratorios de los coches patrulla y hacían sonar las sirenas. Una acción inédita que se ha repetido este martes en otras ciudades francesas, como Marsella o Niza.

Además, en Evry, en la periferia parisina, el director general de la policía nacional, Jean Marc Falcone, fue abucheado y despedido con gritos de dimisión cuando abandonaba en su coche las dependencias de la brigada de la que salieron muchos de los manifestantes.

LEGÍTIMA DEFENSA

“Es algo nunca visto. La tensión aumenta”, ha dicho el delegado sindical de la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNAS), Fabien Lefevre. En el inventario de las demandas de los policías que trabajan sobre el terreno figura un refuerzo del número de efectivos y más medios, así como castigar más duramente los actos de violencia. También quieren ampliar los casos amparados por el principio de la legítima defensa.

Dado que su estatuto les impide ejercer el derecho a la huelga, estos episodios han llevado a la apertura de una investigación administrativa para determinar si hicieron dejación de sus funciones.

El prefecto de policía de París, Michel Cadet, les ha recordado sus derechos y obligaciones y ha considerado “inaceptable” que hayan usado los coches policiales estando de servicio para llamar la atención sobre sus reivindicaciones.

El detonante de la movilización policial ha sido el ataque con cócteles molotov del que fueron objeto cuatro policías el pasado 8 de octubre en un barrio especialmente conflictivo de la localidad de Viry-Châtillon, unos 20 kilómetros al sur de París.

DEPURAR RESPONSABILIDADES

De los dos agentes que resultaron heridos de gravedad, uno se encuentra hospitalizado en coma por las quemaduras sufridas en las manos y la cara. Los sindicatos critican la actuación de la cúpula policial del departamento y exigen depurar responsabilidades.

No obstante, este episodio ha sido el catalizador de un malestar que viene de lejos. Desde hace casi dos años, el Gobierno francés recurre sistemáticamente a las fuerzas del orden para hacer frente a amenaza yihadista, a la crisis migratoria o a las reiteradas protestas que generó la polémica reforma laboral que sacó a la calle a miles de franceses.

Tras la supresión de 7.000 puestos bajo el mandato de Nicolas Sarkozy al frente de Interior, el actual Gobierno socialista ha intentado invertir la tendencia pero este esfuerzo apenas se materializa en las comisarías.

PEQUEÑOS DELITOS

La prioridad concedida a la lucha contra el terrorismo ha tenido además como consecuencia una menor presencia policial en los barrios donde proliferan el tráfico de drogas y los pequeños delitos. “Se ha dejado la vía pública a los delincuentes. Muchos fines de semana es difícil garantizar la labor de los servicios de socorro”, se queja Olivier Michelet, del sindicato SGP Police FO.

Para intentar calmar los ánimos, el titular de Interior, Bernard Cazeneuve, ha recibido este miércoles a los representantes sindicales. Dos centrales, Alliance y Unité-Police SGP-FO, han convocado para el próximo 26 de octubre una manifestación silenciosa en París y en las principales ciudades de provincia y han pedido a los ciudadanos que apoyen la protesta.

Cazeneuve se ha comprometido a elaborar un plan de seguridad pública para evaluar las misiones especialmente sensibles de los agentes y ha subrayado que durante el mandato de François Hollande se han creado 9.000 puestos de policías y gendarmes. Asimismo, ha encargado a los prefectos una evaluación de los medios y condiciones de trabajo.