Aunque Ahmed Khan Rahami, presunto autor de la colocación deuna serie de bombas en Nueva York y Nueva Jersey, ya está detenido, las investigaciones se centran saber si actuó solo o si formaba parte de un grupo terrorista organizado y en descubrir cuándo y cómo se radicalizó. Así, según informa 'The New York Times', los investigadores parecen centrarse en los recientes viajes que Rahami, dueño de una tienda de pollo frito en Nueva Jersey, hizo desde el 2011 hasta ahora a Afganistán y a Pakistán.El detenido nunca había estado en el radar de los servicios de seguridad por simpatías con el terrorismo.

Varias personas de su entorno han explicado a los investigadores que Rahami volvió de esos viajes cambiado y mucho más religioso. Además, en el curso de un último viaje a la ciudad paquistaní de Quetta, Rahami contrajo matrimonio con su actual esposa. De hecho, acaba de hacerse público que la mujer abandonó el territorio estadounidense días antes de que Rahami comenzara la colocación de las bombas, de las que dos explotaron causando una de ellas -la colocada en Nueva York- al menos 29 heridos.

La policía investiga ahora esos viajes, pues frecuentó zonas donde tanto los talibanes como Al Qaeda son muy fuertes.

OCASIÓN ÚNICA

El hecho de que Rahami haya sido capturado vivo ofrece a la policía una oportunidad única -normalmente los terroristas acaban siendo abatidos o suicidándose- para saber sus motivaciones y qué elementos llevaron a un ciudadano ejemplar al que solo le apasionaban las carreras de coches en un terrorista ansioso de causar la muerte a decenas de civiles.

Por el momento, tal y como ha señalado el asistente al director del FBI William F. Sweeney, "no hay indicaciones" de que formara parte de ninguna célula terrorista.

Junto a una de las ollas a presión que Rahami convirtió en bombas apareció una nota en la que, según la CNN, este habría anotado referencias a los atentados contra el maratón de Boston, donde también se emplearon ollas rellenas de explosivos y metralla. Por el momento, Rahami no está colaborando con la policía, según el FBI.