La actitud de la policía en EEUU hacia la población afroamericana sigue siendo un tema candente en el país. El último incidente lo ha protagonizado un hombre negro, desarmado, que recibió un disparo de la policía de Miami cuando, en el suelo y manos en alto, intentaba tranquilizar a un paciente autista. El caso ha provocado nuevas demandas para que las fuerzas de seguridad revisen sus políticas de actuación y sus programas de entrenamiento de sus agentes.

Los hechos, que se han hecho virales ahora, ocurrieron en lunes cuando el terapeuta Charles Kinsey, de 47 años, intentaba calmar a uno de sus pacientes autistas, que se había alejado del grupo, y trataba de convencerle para que regresara al centro. En un momento dado apareció la policía y Kinsey acabó en el suelo y con las manos en alto. Las imágenes muestran que se mostró colaborador con la policía. "Mientras esté con las manos arriba, no me dispararán. Eso es lo que pensaba", ha explicado Kinsey desde la cama del hospital. Se equivocó porque, de repente, recibió un disparo que le impactó en la pierna. "Le pregunté al agente por qué me había disparado. Me dijo que no lo sabía", ha relatado.

La policía ha señalado en un comunicado que la patrulla acudió en respuesta a una llamada que alertaba de un hombre armado que amenazaba con suicidarse. El agente autor del disparo, que no ha sido identificado, ha sido apartado del servicio mientras se realiza una investigación de los hechos.

El disparo no fue registrado en vídeo pero las imágenes que circulan por las redes muestran a Kinsey, estirado en el suelo, hablando con su paciente y con la policía. "Lo que tiene en las manos es un camión de juguete. Soy terapeuta", se le oyer decir en el vídeo. En otro momento insta a su paciente, sentado junto a él, a permanecer quieto. Este le replica "cállate".

La Unión por las Libertades Civiles de Florida ha subrayado que este episodio muestra que es necesario mejorar la formación de la policía, en particular en situaciones que implican a personas con discapacidades. "Damos gracias porque tanto Kinsey como su paciente están vivos, pero sin cambios en la policía veremos más tiroteos innecesarios y muertes a manos de la policía", ha señalado la entiedad.