Las fuerzas de seguridad de Venezuela han utilizado gas lacrimógeno para dispersar a cientos de opositores que se han manifestado este martes en el centro de Caracas reclamando de nuevo un referéndum revocatorio para apartar del poder al presidente Nicolás Maduro.

El líder opositor Henrique Capriles, que encabeza la demanda del referéndum, estaba en primera fila de la marcha, que ha sido bloqueada por agentes de la policía y tropas de la Guardia Nacional venezolana cuando intentaba dirigirse hacia el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Los agentes han disparado varios botes de gas lacrimógeno y han rociado con un líquido no identificado a Capriles y a otros manifestantes, que marchaban al grito de 'Estoy hambriento' y mostraban fotos de activistas políticos encarcelados.

"No vamos a abandonar. Nuestro enemigo es Maduro. El problema es Maduro, no la Guardia Nacional", ha manifestado Capriles durante la marcha.

La coalición opositora de Venezuela logró el control de la Asamblea Nacional tras las últimas elecciones legislativas el pasado diciembre, gracias al voto de castigo contra el chavismo por la acuciante crisis económica, y se propone apartar a Maduro este año.

FIRMAS FRAUDULENTAS

Pero los dirigentes del gobernante Partido Socialista Unificado de Venezuela alegan que no hay tiempo suficiente este año para organizar el referéndum revocatorio, debido a la complejidad de las normas y pasos necesarios para su consecución. Afirman que la oposición debería haber empezado el proceso en enero en lugar de abril, y que incluyó miles de firmas fraudulentas de personas ya fallecidas en su recogida inicial.

Por su parte, la oposición considera que el CNE, integrado principalmente por leales a Maduro, está frenando deliberadamente la verificación del primer lote de los casi dos millones de firmas recogidas para iniciar el proceso.

"La junta electoral está obedeciendo órdenes estrictas del presidente Nicolás Maduro. Queremos que [la presidenta de la junta] Tibisay Lucena se vea a sí misma como ciudadana, no como política, y vea la situación del país", ha dicho a la agencia Reuters una manifestante, María Silva, de 74 años. "Los niños se están muriendo de hambre e inseguridad", ha añadido.