“El Daesh tiene una especial predilección hacia Francia como blanco de sus ataques”, asegura Edwin Bakker, director del Centro de Terrorismo y Contraterrorismo en ‘Leiden University’. Alex Schmid, director de ‘Terrorism Research Iniciative’, añade que “Francia jugó un papel muy importante en la división del imperio Otomano durante y después de la Primera Guerra Mundial; está involucrada en la lucha contra el Estado Islámico; y tiene una larga trayectoria y reputación como estado secular”.

Estas serían algunas de las razones por las que Francia fue mencionada específicamente por el Estado Islámico como su objetivo en septiembre del 2014. Desde entonces, el país galo ha sido víctima de tres atentados yihadistas que suman más de 215 víctimas mortales. “Los ataques tienen diferentes propósitos”, entre los cuales destacan la voluntad de “polarizar las sociedades y forzar a los musulmanes a tomar el “camino correcto””, asegura Schmid.

INTERVENCIÓN MILITAR

A raíz de la masacre en Niza producida el pasado viernes, el presidente francés, François Hollande, anunció su voluntad de incrementar la intervención en Siria e Irak. “Esta no es la solución, sino que debe entenderse como la respuesta política de un presidente que está sometido a mucha presión”, explica Bakker.

Ambos autores reconocen que la lucha contra el Estado Islámico debe incluir intervención militar. Tanto Schmid como Bakker también coinciden en asegurar que no existe una solución rápida y eficaz para combatir el Estado Islámico. “La prevención de este tipo de ataques tiene que ser a un nivel local, dentro de las comunidades musulmanas, pero también hay mucho trabajo que hacer para luchar la ideología del Estado Islámico y la forma en la que se difunde, a través de las redes sociales”, añade Bakker.

Alex Schmid, autor de numerosos artículos académicos donde destaca la importancia de un consenso en la definición de “terrorismo”, apunta que para que este sea combatido debe primero existir un acuerdo acerca de qué es y qué implica. Pese a los intentos de Schmid y otros autores, aún no se ha adquirido una definición consensuada.

ENFOQUE GLOBAL

“El Estado Islámico se olvida de que el potencial y la resistencia de Francia y sus aliados es mucho mayor que el del Estado Islámico”, asegura Schmid. Aún así, la realidad dista de presentar al mundo occidental unificado, por lo que, el Estado Islámico lucha contra países aislados.

En este sentido Bakker se muestra optimista y asegura que “la comunidad internacional puede ayudar compartiendo información y buenas prácticas, al mismo tiempo que suprimiendo la ayuda a los grupos radicales, como sucede ahora en Siria e Irak”.

Schmid, por su parte, destaca que “un total de 193 Estados están dirigidos por personas que tienen más sangre en sus manos que algunos de los no-Estados terroristas”.