Unos por considerarla «peligrosa» y otros por tacharla de «tardía», lo cierto es que la izquierda y la derecha coincidieron ayer en criticar la decisión de Pedro Sánchez de reconocer a Juan Guaidó como «presidente encargado» de Venezuela. Desde las filas de la oposición, el PP reaccionó con el anuncio de que pedirá la comparecencia del presidente del Gobierno para que explique con todo detalle su posición ante la situación de Venezuela. «Queremos que sea una comparecencia abierta, para que se le pueda hacer preguntas», anunció el vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto. El dirigente conservador volvió a criticar la estrategia de Sánchez en la crisis venezolana, ya que el jefe del Ejecutivo «ha permitido a Maduro tener más tiempo para prepararse». En esa línea, el secretario de Relaciones Internacionales del PP, José Ramón García Hernández, señaló que Sánchez «llega tarde» para reconocer al presidente de la Asamblea Nacional como jefe de Estado interino del país. «Ya era hora, por fin Pedro Sánchez se va a situar donde está la mayoría de los españoles», aseguró. «Son ocho días en los que veremos que hay más muertos, que hay más hambre y que, desde luego, se ha parado todo ese reconocimiento», denunció García Hernández en referencia al plazo que Sánchez dio a Maduro para convocar elecciones.

Albert Rivera (Cs) celebró que España reconociera a Guaidó «después de la presión de la sociedad y del pueblo venezolano». «Para que haya urnas democráticas Maduro debe estar fuera porque el tirano no puede ser partícipe de estas elecciones», sentenció. El portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, comparó la «democracia de ficción» que, a su juicio, hay en España con la Venezuela de Maduro. Pujol reprodujo un fragmento de su declaración, en la que aseguraba que el Gobierno «trabajará para que la democracia plena retorne a Venezuela», con «primacía de los derechos humanos», sin «presos políticos» y con «elecciones libres, transparentes y con todas las garantías».

Finalmente, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, consideró que Sánchez «se equivoca» al reconocer a Guaidó porque esa decisión puede «abrir la puerta a una confrontación armada».

En su opinión, el Ejecutivo no debería apoyar «una maniobra de Trump para hacerse con las principales reservas de petróleo de la OPEP tocando tambores de guerra» y «abriendo la puerta a que pueda haber una confrontación armada en un país hermano como Venezuela».

«Reconocer a una persona como presidente cuando no controla las instituciones es algo peligroso y desaconsejado en derecho internacional porque puede abrir la puerta a una confrontación armada», dijo.