"Este es Omran, está vivo, y solo queríamos que lo supieran". La presentadora Kate Bolduan terminaba con estas palabras una sentida intervención en la CNN. La periodista, que no pudo evitar las lágrimas, se salía de este modo del guión estrictamente informativo para conectar personalmente con la audiencia y llamar la atención sobre el horror al que Omran Daqneesh, de cinco años, ha sobrevivido esta semana en la ciudad de Alepo, Siria.

Bolduan, que presenta cada mañana el programa "At This Hour", sederrumbó en medio de la retransmisión, justo en el momento en que pronunciaba el nombre del niño que ayer dio la vuelta al mundo con un vídeo en el que aparece sentado dentro de una ambulancia, aturdido y cubierto de sangre, justo después de ser rescatado de los escombros de un edificio bombardeado por la aviación rusa o del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad.

"Estaba con su madre, su padre y su hermana", dice Bolduan después de unos segundos en silencio, en los que no ha sido capaz de articular palabra. A continuación, introduce el vídeo, que se reproduce entero a pantalla completa.

"Y lo que me sorprende", dice Bolduan, de nuevo ante la cámara, "es que nosotros lloramos, pero allí (en el vídeo) no hay lágrimas, ¡no llora en ningún momento!", exclama, y continúa: "Ese niño pequeño está totalmente confundido y aturdido. De un momento a otro pasa de estar en su casa a estar perdido en medio de lafuria de la guerra y el caos".

LOS HÉROES DE OMRAN

"Hoy en Estados Unidos es el crepúsculo del verano", dice Bolduan al inicio de su intervención. "La mayoría de los niños de cinco añosestá disfrutando de sus últimos días de libertad o empezando la escuela por primera vez en sus vidas", añade.

"Están hablando de superhéroes y de toboganes", continúa, y de repente, el golpe: "pero en otros sitios [pausa] están muriendo, están sobreviviendo".

No obstante, el pequeño Omran, que después del incidente fue llevado al hospital M10 de Alepo y tratado por los médicos, quizá a partir de ahora también hablará de superhéroes, sus superhéroes.

Y es que los autores de su rescate son los conocidos como Cascos Blancos. Se trata de un grupo de 2.900 voluntarios y trabajadores de comunidades locales sirias que arriesgan sus vidas para rescatar a civiles como, en este caso, el pequeño Omran.

Este año están nominados al Premio Nobel de la Paz por el trabajo que realizan día tras día en un territorio devastado por una guerra que ha dejado miles de imágenes como la que ayer hizo llorar en directo a Kate Bolduan.

Las fotografías de Aylán, el año pasado, o Omran, esta semana, son solo dos maneras que el conflicto en Siria ha encontrado para describir el horror que más de 8 millones de niños, según UNICEF, llevan cinco años sufriendo.