A pocas horas de la llegada a Quito de las comunidades originarias, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, llamó a los «hermanos indígenas» a un «diálogo sincero» que evite «cualquier derramamiento de sangre». El presidente hizo su exhortación desde la ciudad costera de Guayaquil, donde se instaló el lunes de manera provisional con su Gabinete para estar a casi 500 kilómetros de distancia de la movilización que debe converger hoy por la mañana en la capital en rechazo por el alza del precio de los combustibles. Para Moreno, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) se ha convertido en un instrumento de su predecesor, Rafael Correa, a quien señaló como el cabecilla de un intento de «desestabilización» del Gobierno. Moreno aseguró que la tentativa de «golpe de Estado» involucra también al «sátrapa» Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.