La policía de Hong Kong ha realizado este miércoles el primer arresto en aplicación de la Ley de Seguridad Nacional, una controvertida legislación aprobada el martes que ya ha suscitado las primeras protestas en las calles. Los manifestantes han sido dispersados con cañones de agua por la policía. La ley entra el miércoles en vigor coincidiendo con la celebración del 23 aniversario de la devolución de Hong Kong a China por parte del Reino Unido.

La comunidad internacional ya ha encendido las primeras señales de alarma al considerar que esta legislación puede poner en entredicho el estatus de autonomía de la excolonia británica. Las críticas han llegado de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania pero China no ha tardado en responder que cesen las injerencias extranjeras en sus asuntos internos.

La nueva norma, destinada entre otras funciones a atajar el movimiento de protesta que se prolonga durante un año en la excolonia, implica que el Gobierno de Pekín ejercerá su jurisdicción sobre casos "complicados" de Hong Kong. El texto legal recoge la intervención de Pekín en casos relacionados con interferencia extranjera, cuando las autoridades locales no puedan hacer cumplir la ley o cuando la seguridad nacional del territorio esté bajo amenazas "graves o realistas".

CADENA PERPETUA

El Gobierno hongkonés ha publicado el proyecto completo de la nueva legislación, cuyo contenido no se conocía en su totalidad, después de que el presidente de China, Xi Jinping, promulgara la ley, aprobada por unanimidad por el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo chino. En concreto, enumera cuatro categorías de delitos: secesión, subversión, terrorismo y colusión con un país extranjero o elementos externos para poner en peligro la seguridad nacional. La pena máxima para cada delito es la cadena perpetua, tal y como había avanzado la prensa hongkonesa, aunque la sentencia sugerida para algunos delitos menores es de tres años de prisión.

Así, bajo la nueva ley, que consta de seis capítulos con 66 artículos, Pekín ha otorgado a las autoridades chinas amplios poderes para atender este tipo de casos "complicados", cuyos sospechosos pueden también ser extraditados a la China continental.

En este sentido, habrá una unidad de Policía dedicada a investigar este tipo de casos, al tiempo que se establecerá en Hong Kong un organismo continental para hacer cumplir la seguridad nacional, que podrá llevar a cabo investigaciones. La Fiscalía Popular Suprema será la encargada de asignar las autoridades para llevar los casos, mientras que el Tribunal Popular Supremo asignará tribunales para que los conozcan.

HONG KONG BRILLARÁ OTRA VEZ

La líder de Hong Kong, Carrie Lam, se ha pronunciado este miércoles sobre la nueva ley de seguridad y ha valorado que la legislación ayudará al territorio a emerger tras el caos generado por las protestas antigubernamentales, registradas de forma intermitente desde hace un año, por lo que podrá "brillar otra vez".

"Veremos el arcoíris tras la tormenta y la paz volverá a Hong Kong después de un año sin descanso", ha indicado Lam, alineada con Pekín, durante una recepción celebrada con motivo del 23 aniversario de la devolución de Hong Kong a China por parte de Reino Unido.

"En los próximos años, el Gobierno de Hong Kong liderará la ciudad para salir de las dificultades, impulsar la economía, revivir nuestra reputación internacional y reconstruir nuestra relación con los jóvenes", ha agregado Lam.