Las autoridades griegas anunciaron el domingo la primera muerte relacionada con el nuevo coronavirus en un campo de migrantes del país.

La víctima es un afgano de 61 años, padre de dos hijos, que residía en el campamento de Malakassa, cerca de Atenas, anunció el ministerio de Asilo. El hombre fue hospitalizado en Atenas y las autoridades están ahora trazando sus contactos para ver a quién más ha podido contagiar.

El campo de refugiados de Malakassa estaba en cuarentena desde el pasado día 7 tras detectarse variso positivos por covid-19.

Grecia alberga todavía a más de 24.000 migrantes hacinados en campamentos, la mayoría en sus islas. La mitad de ellos todavía están en Lesbos.

Las condiciones de vida en el campo temporal erigido apresuradamente para albergar a los migrantes que quedaron sin hogar tras el incendio del campo de Moria fueron criticadas por las oenegés.

A pesar de los esfuerzos del gobierno por trasladar a miles de personas a Grecia continental desde principios de este año, la situación en las islas sigue siendo crítica.

Diez países de la Unión Europea se comprometieron a acoger a unos 400 migrantes menores no acompañados, evacuados de Lesbos. Atenas ha anunciado este domingo que ya no quedan migrantes menores no acompañados en campos de islas griegas.