Un príncipe de Arabia Saudí ha recibido varios latigazos en una prisión de Yeda, la segunda ciudad más grande del país, en un castigo ordenado por un tribunal, según ha informado un periódico local este miércoles, apenas 15 días después de que la rica monarquía del golfo Pérsico ejecutara a otro príncipe por asesinato.

El periódico 'Okaz' no ha revelado el delito por el cual fue castigado el príncipe ni tampoco ha dado a conocer su identidad, pero sí ha explicado que ha sido condenado a cumplir una pena de cárcel.

La divulgación de la flagelación del príncipe, llevada a cabo por un policía este lunes tras pruebas médicas para asegurar que el príncipe era lo suficientemente fuerte para soportar este castigo, es inusual en un país como Arabia Saudí.

Algunos internautas saudís han señalado en las redes sociales que el caso muestra que la 'sharía' (ley islámica) no diferencia entre príncipes y gente corriente. Otros, en cambio, lo consideran una táctica para calmar a una opinión pública inquieta por los ajustes económicos decretados por el Gobierno, informa Reuters.

AZOTES EN LA ESPALDA

Hasta ahora no se conoce el número de latigazos infligidos a la víctima. La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch, citando a activistas saudís, ha explicado que los azotes se administran normalmente con un bastoncito de madera en la espalda y en las piernas, provocando magulladuras pero sin romper la piel.

Arabia Saudí, aliado clave de EEUU en el Pérsico y cuna del islam, sigue la estricta corriente wahabista de esta religión y otorga a los clérigos el control total sobre el sistema judicial.

EJECUCIÓN TRAS UN ASESINATO

Un príncipe saudí fue ejecutado en Riad el 18 de octubre después de que un tribunal le hallara culpable de asesinar a un compatriota, informó la prensa oficial saudí, en lo que se ha considerado la primera ejecución de un príncipe desde los años 70.

El príncipe Turki bin Saud al-Kabir fue declarado culpable de disparar y matar a Adel al-Mohaimeed después de una pelea, confirmó el ministro de Interior saudí. Esa inusual ejecución fue interpretada por los usuarios de las redes sociales como una señal de igualdad bajo la 'sharía'.

Tras la nueva noticia, un internauta ha comentado: "El azotamiento de un príncipe no llenará los estómagos del pueblo, la gente está empezando a tener hambre". Otro ha comentado que nadie está por encima de la ley islámica.