El estallido social dejó en Ecuador ocho muertos, 1.340 resultaron heridos y 1.192 detenidos por agentes policiales y/o militares, según la Defensoría del Pueblo. La mayoría de las personas no fueron arrestadas en Quito, la capital ecuatoriana y epicentro de las protestas contra el alza del precio del combustible, sino en la provincia de Pichincha, situada al norte del país: un total de 532. "No hemos olvidado a nuestros luchadores sociales, exhortamos a la ONU y a la Defensoría dar seguimientos a los casos de criminalización por el ejercicio de la protesta social, por los heridos y fallecidos. No hay diálogo verdadero sin justicia social", señaló la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie).

Las comunidades originarias llegaron a un acuerdo con el presidente Lenín Moreno el pasado domingo por el cual dieron por concluidas sus movilizaciones. A cambio, el Gobierno anuló el decreto que encendió la mecha del malestar. Para los analistas la Conaie salió victoriosa de la confrontación pero el Gobierno también tuvo algo para celebrar al ahondar la brecha entre el movimiento indígena y los seguidores del ex presidente Rafael Correa.

"Acordamos la paz y seguimos trabajando: nuevo decreto, proyecto de ley reactivación productiva y empleo, así como medidas para ayudar a quienes fueron afectados en estos días. Gracias porque optaron por la democracia, la justicia y la paz!", dijo Moreno quien señaló a Correa como cabecilla de una conjura que calificó de "golpista" y en la que también involucró al venezolano Nicolás Maduro.

"La opción de buscar acuerdos en un marco propicio para salir de la crisis que aqueja al país, empieza a concretarse. Construirla no es tarea fácil, como tampoco lo son la reparación de los daños físicos y económicos y la restauración de la convivencia nacional dentro de la democracia. Pero la patria merece vivir en paz. Esta movilización que empezó con los choferes, seguida por indígenas y centrales sindicales, mostró una cara de la protesta nunca vista", señaló el diario El Comercio en su editorial.

Pérdidas económicas

Los 12 días de protestas, a las que Moreno respondió con un estado de excepción y un toque de queda que ya no rigen, provocó al país pérdidas de 1.638 millones de dólares, de acuerdo con estimaciones de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) difundido este lunes. El estudio se basa en cifras de facturación del Servicio de Rentas Internas (SRI) y concluye que solo en la ciudad de Quito se concentra el 40% del lucro cesante. El comercio, mayorista y minorista, resultó el sector más afectado, seguido de la industria manufacturera y las actividades profesionales. "Las pérdidas sumarán más pues aún no se sabe cuántos mercados no han podido ser abastecidos los días en que no hubo producción", explicó el presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (CIPEM), Roberto Maldonado.

El conflicto comenzó el 3 de octubre cuando se anunció la eliminación de los subsidios a los combustibles como parte de las condiciones puestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir un crédito de 4200 millones de dólares. El organismo financiero recomendó a su vez una reforma laboral que contempla la reducción de los salarios y los días de vacaciones de los empleados estatales.