La ira por la brutalidad policial ha llegado a México en plena pandemia de coronavirus tras el asesinato del joven Giovanni López, arrestado supuestamente por no llevar mascarilla en el estado de Jalisco, lo que ha derivado en fuertes protestas y un choque entre el Gobierno federal y el estatal. A pesar de la detención, el viernes, de tres policías relacionados con el caso, las redes sociales siguen inundadas con la etiqueta #JusticiaParaGiovanni, emulando la protesta en EEUU por la muerte de George Floyd cuando estaba bajo custodia policial.

La agresión contra una manifestante durante las protestas en Ciudad de México, grabada y difundida ampliamente por las redes sociales, derivó en la detención de otros dos policías y en el agravamiento del malestar social. Los agentes han sido puestos a disposición de la Fiscalía General de Justicia. También hubo graves incidentes en Guadalajara, capital del estado de Jalisco, donde el jueves, durante la protesta por la muerte de López, un manifestante prendió fuego a un policía y se incendiaron varios coches patrulla. El viernes tuvieron lugar otras cuatro manifestaciones, también en Guadalajara, que pidieron la liberación de 28 jóvenes detenidos el día anterior.

POR UNA MASCARILLA

Aunque Giovanni López murió hace un mes, el caso cobró relevancia esta semana, después de que se difundiera en redes el vídeo del violento arresto del joven, de 31 años, por parte de policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos, a 40 kilómetros de Guadalajara. En el vídeo, del 4 de mayo, un supuesto familiar de Giovanni grita a la patrulla que se lo están llevando "porque no trae cubrebocas", mientras el joven grita: "Ayúdame!", entre insultos de los policías. "Él estaba tranquilo y ustedes lo golpearon", exclama otro hombre contra los agentes. Según la familia, al día siguiente les avisaron de que Giovanni había sido trasladado al hospital, donde falleció con marcas de golpes en el cuerpo y un disparo en la pierna.

Llevar mascarilla es obligatorio para evitar contagios de coronavirus en Jalisco, donde las autoridades anunciaron "cero tolerancia" para quien incumpla las medidas sanitarias. Sin embargo, la Fiscalía de Jalisco negó que la detención fuera motivada por el uso de la mascarilla y la atribuyó a que Giovanni "se puso violento" y tuvieron que llevarlo a comisaría.

INDIGNACIÓN UNÁNIME

A pesar de la detención de tres policías relacionados con el caso y la sustitución de la policía local de Ixtlahuacán de los Membrillos por policías estatales, este sábado está convocada una nueva manifestación frente a la residencia del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro. Al clima enrarecido se suman a las protestas convocadas durante toda la semana frente a la Embajada de Estados Unidos en la capital mexicana contra del racismo y los abusos policiales, que el viernes derivaron en una serie de altercados provocados por encapuchados.

Los manifestantes no están solos. "La muerte de Giovanni bajo custodia policial es un grave síntoma del uso indebido de la fuerza empleada por las autoridades y el uso generalizado de la tortura", denunció Amnistía Internacional. Reconocidas figuras del arte en México también denunciaron el asesinato del joven. "Giovanni no murió, lo mató la policía. Giovanni no murió, lo mató la policía", escribió el popular actor Gael García Bernal. Y el oscarizado director Guillermo Del Toro publicó el jueves en Twitter: "A más de un mes, no hay respuestas, no hay arrestos. No es abuso de autoridad. Es asesinato. El sinsentido -la locura absoluta- es que ocurra un asesinato a nombre de un asunto de salud publica".

CHOQUE ENTRE GOBIERNOS

Aunque tanto las autoridades del Gobierno federal como las de Jalisco han condenado la muerte de Giovanni, el caso ha derivado en un choque entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el gobernador Enrique Alfaro, de partidos opuestos. Alfaro prometió justicia por la muerte del joven, que calificó de "atrocidad", aunque se sumó a la tesis de la fiscalía de que Giovanni no fue detenido por la mascarilla y acusó al Gobierno federal de instigar las protestas en Guadalajara. "Detrás de todo lo que está sucediendo en este caso en Jalisco hay intereses muy precisos y muy puntuales construidos desde la Ciudad de México, desde los sótanos del poder", dijo.

El viernes, López Obrador rechazó "el uso de la fuerza" contra los ciudadanos, pidió a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos investigar el caso y rechazó las acusaciones del gobernador. "No tengo que ver yo nada con lo que sucedió lamentablemente en Jalisco. Si tiene el gobernador pruebas, que las dé a conocer. El que acusa tiene que probar", dijo López Obrador, quien invitó a Alfaro a retractarse.