El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó ayer a los rusos la vuelta al trabajo tras seis semanas no laborables escudándose en el mal estado de la economía, pese a que Rusia superó ayer en casos de covid-19 a Italia. «La epidemia y las restricciones que esta nos impuso han golpeado seriamente a la economía y al sistema de protección social», dijo Putin por televisión.