Se acabaron las cábalas sobre la forma en que Vladímir Putin se mantendría en el poder más allá del 2024, fecha en que expira su segundo y hasta ahora último mandato constitucional. La Duma (Cámara baja del Parlamento) aprobó ayer, por 382 votos a favor y 44 abstenciones, una enmienda en la Carta Magna que exime al actual jefe del Estado de la prohibición de presentarse a la reelección. Todo sucedió de forma rápida y sorpresiva, sin que se produjeran filtraciones previas ni se concediera tiempo a los opositores a reaccionar

La oposición extraparlamentaria rusa empezó a movilizarse ayer mismo y presentó ya solicitudes ante la alcaldía de Moscú para celebrar manifestaciones de protesta en el centro de la capital del país. Más que suprimir el actual veto existente en la ley suprema a que una misma persona acumule dos mandatos consecutivos, lo que hace el texto legal al que los parlamentarios acaban de dar luz verde es conceder una exención en toda regla al actual líder del Kremlin a la hora de ser aplicado. «Se permite a la persona que ocupó u ocupa el cargo en el momento de la aprobación de esta enmienda (es decir, el mismo Putin) presentar su candidatura, independientemente de los mandatos que haya acumulado», reza el enunciado.

Las abstenciones registradas durante la votación corresponden a las cuatro decenas de diputados comunistas, de lejos los más contestatarios dentro del conjunto de formaciones politicas sistémicas presentes en la Duma.