La infraestructura pretende convertirse en el futuro en uno de los principales símbolos de la 'era Putin', el vínculo que deberá unir "para siempre" a Rusia con la península de Crimea recién "reunificada", según la terminología oficial del Kremlin. El presidente ruso Vladímir Putin ha inaugurado este martes el puente de 19 kilómetros que atraviesa el estrecho de Kerch y une la región de Krasnodar con el territorio anexionado a la Federación Rusa en el 2014 tras un polémico referéndum no reconocido por gran parte de la comunidad internacional.

"Estoy seguro que la gente amará el nuevo puente a Crimea", ha declarado el mandatario. Putin ha hecho acto de presencia vestido de forma casual y ha recorrido el viaducto a bordo de un camión, entre las ovaciones de los trabajadores que han participado en su construcción. La ceremonia ha sido retransmitida por la televisión estatal. "Al fin, gracias a vuestro talento, este proyecto, este milagro, ha sucedido", ha declarado ante los obreros.

Por el momento, solo ha sido abierto al trafico la sección dedicada a los automóviles. Para el 2019 está prevista la apertura del tendido férreo de doble dirección que permitirá a los trenes rusos llegar hasta Simferópol, la capital, o Sevastopol, con estatus de ciudad federal y puerto principal de la flota del mar Negro, sin atravesar territorio ucraniano.

Prioridad absoluta

El proyecto ha recibido prioridad absoluta en los últimos años, pese a las estrecheces presupuestarias que han mermado las finanzas rusas debido al bajo precio del petróleo y a las sanciones internacionales. Comenzó su construcción en el 2016 y cuando funcione ya a pleno rendimiento, permitirá el paso de 40.000 coches por día y permitirá el paso de 14 millones de pasajeros y 13 millones de toneladas de carga. Los habitantes de Crimea esperan que la inflación, uno de los principales inconvenientes de la anexión, provocada por la necesidad de transportar vía marítima todo lo que se consume en la península, remita y los precios se estabilicen.

A Stroygazmontazh, una empresa controlada por Arkady Rotenberg, uno de los oligarcas más próximos a Putin, amigo de la infancia y compañero de judo, le ha sido otorgado el contrato más sustancioso para la construcción del puente. Rotenberg y su hermano Boris ya recibieron sustanciosos encargos gubernamentales en la construcción de infraestructuras para los Juegos Olímpicos de Sochi celebrados en el 2014.

Como era de esperar,la reacción del Gobierno de Ucrania ante la apertura de un trazado viario en un territorio cuya soberanía reclama ha sido de abierto rechazo. "La construcción ilegal del puente de Kerch es la última evidencia del desprecio de Putin hacia el derecho internacional", ha declarado el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, desde Kiev.