Como cada año, Vladímir Putin ha cumplido este jueves con el ritual prenavideño. Durante cuatro horas, ha contestado a las preguntas de una abigarrada audiencia, compuesta por reporteros locales y extranjeros que pugnaban por atraer su atención, sobre las diferentes cuestiones que afectan al país, y también sobre temas internacionales.

Como principal novedad en el campo de la política doméstica, el presidente Putin no ha descartado la posibilidad de modificar la Constitución, que limita a dos mandatos consecutivos el periodo en el que el jefe del Estado puede mantenerse en el poder. Preguntado acerca de la posibilidad de modificar las prerrogativas del Parlamento, y de las figuras de primer ministro y presidente, el líder del Kremlin se ha declarado abierto a la idea. "Sería posible implementar (estos cambios) después de ser examinados de forma exhaustiva y tras una profunda discusión en la sociedad", ha asegurado.

Acerca de los mandatos presidenciales, Putin ha defendido eliminar la palabra 'sucesivos' de la ley suprema. "Este humilde servidor ya sirvió dos periodos consecutivos, luego abandonó su puesto para después regresar al puesto de presidente, ya que no eran consecutivos". La sucesión de Putin se ha convertido en uno de los principales desafíos que afronta el país en los próximos años. La prensa local ha especulado con varios escenarios, incluyendo la posibilidad de impulsar la unión con la vecina Bielorrusia y poner al frente de la nueva entidad estatal a Putin. Todo ello, además, debe realizarse en un contexto en el que crece el descontento hacia el Gobierno debido al estancamiento económico.

GRANDES TEMAS INTERNACIONALES

Los grandes temas internacionales, en especial la victoria del conservador Boris Johnson en las elecciones celebradas en el Reino Unido y el proceso de destitución contra Donald Trump también han merecido la atención del mandatario ruso. Putin ha felicitado al 'premier' británico, un hombre que, según su opinión, ha sabido catalizar "el estado de opinión en la sociedad británica mejor que sus oponentes". Pese a que el jefe del Ejecutivo británico ha criticado en el pasado con severidad a Putin, lo que más parece interesar al líder ruso es su intención de "llevar a cabo todos los planes del brexit".

El dirigente, además, ha salido en defensa del presidente Donald Trump, y ha pronosticado que el proceso de destitución al que está siendo sometido en el Congreso no saldrá adelante. El 'impeachment' "tiene que pasar por el Senado, donde los republicanos tienen la mayoría; difícilmente los representantes de su partido querrán apartarle del poder por motivos, que, según mi opinión, son totalmente fabricados".

El momento de mayor tensión se ha producido cuando una periodista del servicio ruso de la BBC le preguntó acerca de sus dos hijas, dedicadas a los negocios en grandes proyectos que cuentan con financiación de dinero público. Con cara de póker, Putin evitó reconocer que las personas mencionadas fuesen sus hijas y evitó responder a la cuestión.