RESTRICCIONES A LOS TRABAJADORES EXTRANJEROS

Este el elemento más controvertido del acuerdo. Cameron había prometido reducir el número de inmigrantes que llegan a Reino Unido y finalmente podrá utilizar un “freno de emergencia” que le permite denegar a los trabajadores extranjeros los complementos salariales a los sueldos más bajos -un tipo de ayudas circunscritas aGran Bretaña- durante los primeros cuatro años de estancia en el país.

El gobierno británico podrá aplicar este mecanismo en circunstancias excepcionales -según Bruselas ya se cumplen para que lo aplique Reino Unido- durante un período máximo de siete años, frente a los trece que exigía inicialmente Cameron y los cinco máximo que estaban dispuesto a aceptar al inicio de la negociación los países del este.

El acuerdo también incluye otra de las grandes demandas de Cameron como es indexar los complementos salariales por hijo en función del coste de vida del país de residencia del menor lo que significa que los trabajadores del Este con hijos que viven en sus países de origen -y de otros países con menor nivel de renta- verán reducida la cantidad que reciben. Londres ha defendido esta limitación no por el elevado coste que supone para sus arcas sino "por justicia". Finalmente la medida no se aplicará con carácter retroactivo como quería Londres. El acuerdo también recoge que la indexación no se aplicará a otro tipo de beneficios como las pensiones.

MÁS FLEXIBILIDAD PARA LA CITY DE LONDRES

Cameron quería a toda costa dotarse de herramientas para impedir que las decisiones de la eurozona o la unión bancaria afecten a su sector financiero y finalmente el acuerdo recoge un mecanismo de salvaguarda que permitirá a Londres activar otro freno de emergencia si considera que alguna propuesta o reglamentación atenta contra sus intereses.

En ese caso, Londres podría parar el reloj y elevar la cuestión al Consejo Europeo. Francia aspiraba a que fuesen necesarios dos países para desencadenar ese proceso pero finalmente bastará con uno.

El pacto garantiza a Londres que no tendrá que asumir los costes financieros de ningún rescate o crisis financiera. Aunque los países del euro, especialmente por la presión de Francia, han conseguido introducir finalmente una referencia en el acuerdo que subraya que Londres no podrá hipotecar la integración económica de la eurozona, retrasando e incluso vetando propuestas.

INTEGRACIÓN EUROPEA

Cameron considera que el Reino Unido ya ha cedido demasiada soberanía a Bruselas y el acuerdo cerrado con el resto de socios europeos le concede que la referencia en el Tratado que apunta hacia “una unión cada vez más estrecha” no es el equivalente “al objetivo de integración política” .

Es más, reconoce expresamente que el Reino Unido, “a la vista de su situación específica en los Tratados, no está comprometido hacia una mayor integración política en la Unión Europea”. Son elementos del máximo calado político diseñado para calmar al ala más euroescéptica del Partido Conservador británico de forma que pueda minimizar las deserciones ante el futuro referendo. Es uno de los elementos en los que Bélgica se negaba a ceder porque considera que puede sentar un precedente ante estados que no quieran en el futuro más integración.

De hecho, el alcalde de Londres, el también conservador Boris Johnson, ya había anunciado que su apoyo a la permanencia en la UE depende de la soberanía del Parlamento británico. Aunque es complicado de aplicar porque se necesitarían al menos 16 países, el pacto también recoge que los parlamentos nacionales podrán bloquear propuestas legislativas europeas si un país considera que no ofrece beneficios para sus ciudadanos.

CAMBIOS EN LOS TRATADOS

El acuerdo será jurídicamente vinculante e irreversible, tal y como exigía desde el principio Londres. Además, los líderes de la UE se comprometen a incorporar la "sustancia" de las referencias relativas a la gobernanza económica de la eurozona y a la exclusión de Reino Unido de una unión cada vez más estrecha en una futura reforma de los Tratados.

A petición de los gobiernos de Bélgica y Francia el texto del acuerdo también ha incluido, no obstante, una cláusula específica que señala que las condiciones del pacto cerrado tras dos días de negociaciones quedará sin valor si el pueblo británico rechaza seguir permaneciendo en la Unión Europea.