E l Gobierno griego abrió hace pocos días un nuevo campo temporal para albergar a los 12.000 refugiados que el martes pasado vieron arder el campo de Moria, donde permanecían hacinados desde hace años. El campamento provisional, sin embargo, está casi vacío: solo 1.000 personas han accedido voluntariamente, a pesar de que hay tiendas para acoger a hasta 5.000 personas. Atenas asegura que se van a levantar más tiendas para albergar al resto.

Los refugiados que se resisten a desplazarse al nuevo campamento, y que llevan una semana durmiendo al raso en las cunetas de Lesbos, temen quedar encerrados en un sitio del que, luego, no podrán salir. Reclaman que los saquen de la isla, un lugar que para muchos se ha convertido en un infierno. Además, temen que dentro del nuevo campo las condiciones de vida sean las mismas que las que sufren ahora en la carretera, o incluso peores.

Como aviso a los reticentes, el ministro griego de Migraciones, Notis Mitarakis, ha advertido de que el Gobierno de Atenas solo aceptará las solicitudes de asilo de quienes vayan a las nuevas tiendas. Se trata de una amenaza de dudosa legalidad ya que la ley internacional obliga a las autoridades locales a procesar las solicitudes de asilo y sin condiciones previas a todo extranjero que se encuentre en su territorio y lo pida.

«Nadie abandonará Lesbos sin haber pasado por el campo temporal», afirmó, por su lado, el ministro griego de Protección Ciudadana, Mijalís Jristojidis, a la televisión Skai.

Ayer se cumplió una semana exacta del incendio que devoró Moria de madrugada y la policía griega informó de la detención de cinco personas a las que acusa de haber iniciado el fuego. Se trata de cinco personas de nacionalidad afgana. Dos de ellos son menores no acompañados que la semana pasada fueron trasladados al continente.

La hipótesis del Gobierno es que los detenidos aprovecharon el caos que se creó en el campo esa noche, cuando la policía intentó aislar a 35 personas que habían dado positivo por coronavirus. Fue entonces cuando algunos refugiados, según la versión de Atenas, se enfrentaron a los antidisturbios. Hubo cargas y gases lacrimógenos. Fue en este contexto cuando empezó el principio del fin de Moria. H