El Gobierno británico ha dado finalmente su visto bueno a la construcción de la central nuclear de Hinkley Point C (HPC), cerca de la ciudad costera de Bristol (sureste de Inglaterra), un gran complejo con dos reactores que producirán en total 3.200 megavatios de energía y suministrarán el 7% de las necesidades eléctricas del país durante sus 60 años de operación.

HPC, la primera central cuya construcción se autoriza en Europa occidental en dos décadas, se basa en un proyecto de la empresa pública Électricité de France (EDF), que tiene dos tercios de las participaciones, en asociación con China General Nuclear (CGN), que controla el tercio restante.

Dos meses atrás, el Ejecutivo británico había detenido el proyecto de forma sorpresiva alegando que serían necesarias unas medidas de seguridad suplementarias. El proyecto tiene un coste estimado de 18.000 millones de libras esterlinas (21.000 millones de euros).

"Tras una evaluación exhaustiva del proyecto de Hinkley Point C y un acuerdo revisado con EDF, el Gobierno ha decidido proceder con la primera planta nuclear en una generación", ha explicado el Gobierno de Theresa May en un comunicado, subrayando que se impondrá un nuevo marco legal para las futuras inversiones extranjeras en infraestructuras esenciales para el país, incluida la energía nuclear.

HPC contará con dos reactores franceses Areva similares a los de las dos únicas plantas que actualmente están en construcción en Europa, Flammanville 3 (Francia) y Olkiluoto (Finlandia), que acumulan un retraso monumental.