Tras resistirse en un inicio a actuar contra el coronavirus con la contundencia con la que lo están haciendo Francia, Alemania, Italia o España o incluso su aliado Donald Trump en EEUU, el Reino Unido ultima nuevas medidas para contener la epidemia. El 'premier', Boris Johnson, anunciará este lunes nuevas acciones, según ha avanzado su asesor Dominic Cummings a la agencia Reuters.

Preguntado por qué el Gobierno británico no ha implementado aún medidas restrictivas como otros países europeos, Cummings ha rechazado hacer comentarios.

Hasta ahora, en una cuestionada estrategia de resignación a los contagios y desoyendo las críticas de la comunidad científica, Johnson ha considerado prematuro imponer restricciones tajantes. El sábado, en una primera y tímida reacción, avanzó la prohibición de las actividades masivas a partir de esta semana. Horas antes, el asesor científico del Gobierno, Patrick Wallace, había insistido en que la cancelación de esos actos tendría escasa influencia en la dispersión del coronavirus.

La posición oficial es aceptar que el virus se va a extender amplia e inevitablemente en la sociedad, pero se debe intentar retrasar lo peor de la crisis al verano, cuando haya menos presión en la sanidad pública.