“Sabemos que Daech prepara nuevos ataques y que Francia está claramente amenazada”. El director general de los servicios de Seguridad Interior, Patrick Calvar, no ocultó el peligro yihadista que se cierne sobre el país cuando el pasado 10 de mayo compareció a puerta cerrada ante la comisión de Defensa de la Asamblea Nacional.

El máximo responsable de la lucha antiterrorista advirtió de que, si la matanza del pasado noviembre en París fue obra de kamikaces armados de kalasnikov cuyo objetivo era causar el mayor número de víctimas, ahora no hay que descartar "una nueva forma de ataque".

"Una campaña terrorista con artefactos explosivos en lugares donde se congregan grandes multitudes, un tipo de acción que se multiplica para crear un clima de pánico", ha dicho.

Calvar no mencionó ningún escenario específico, pero es difícil no pensar en el reto que tienen ante sí las fuerzas de seguridad durante la Eurocopa de Fútbol que se celebra en Francia del 10 de junio al 10 de julio ante 2,5 millones de espectadores.

La hipótesis de que el avión de Egypt Air que se precipitó en el Egeo en extrañas circunstancias fuera objeto de un atentado, no hace sino avivar el temor de que el inminente evento deportivo esté en el punto de mira de los terroristas.

OBJETIVOS "SIMBÓLICOS Y VULNERABLES"

Una preocupación que comparte la Oficina Federal de la Policía Criminal alemana que, en un informe difundido hace unos días por el diario 'Bild', sostiene que los más amenazados son aquellos “objetivos simbólicos y vulnerables con gran repercusión mediática y un gran número de víctimas”.

En concreto, califican de "alto riesgo" el partido que disputarán el día de la inauguración los equipos de Francia y Rumanía y la final en el Estadio de Francia, en Saint Denis, donde tres kamikaces se hicieron saltar por los aires en las inmediaciones del recinto deportivo el fatídico 13 de noviembre del 2013 que acabó con la vida de 130 personas.

La implicación militar de Francia en la batalla contra las posiciones del Estado Islámico en Siria e Irak o su intervención en Mali, son las razones que llevan a la oficina alemana a pensar que el país es el objetivo número uno de los yihadistas.

Los representantes del mundo del fútbol intentan calmar los temores y la UEFA, encargada de la organización del torneo, contratará al menos 10.000 agentes de seguridad privados que se unirán al dispositivo gubernamental. Además, en cada uno de los diez estadios donde tendrán lugar los partidos se desplegarán 900 agentes cada vez que se dispute un encuentro.

'FAN ZONES'

También el primer ministro, Manuel Valls, ha querido dejar claro este jueves que “se dan todas las condiciones para garantizar la seguridad” de las llamadas ‘fan zones’, un asunto que está suscitando una viva polémica entre la clase política.

El partido conservador de Nicolas Sarkozy, Los Republicanos, cree que se expone a los aficionados a un riesgo excesivo en áreas al aire libre difíciles de proteger y quieren que el Ejecutivo las elimine.

"Renunciar a las manifestaciones deportivas, culturales, a la celebración de fiestas es renunciar a hacerle frente a la amenaza terrorista y a la violencia", replicó el primer ministro en RTL.

PROTESTA SINDICAL

Pero no sólo el terrorismo amenaza con alterar la Eurocopa de Fútbol. El clima social es enormemente tenso a raíz de la protesta contra la reforma laboral, que dura ya más de dos meses, y los sindicatos han anunciado una gran manifestación nacional en París el próximo 14 de junio.

El país vivirá hasta el 24 de julio bajo el estado de emergencia decretado en noviembre y prolongado este jueves por tercera vez consecutiva en la Asamblea Nacional, un régimen excepcional que entre otras cosas permite decretar arrestos domiciliarios sin orden judicial previa o prohibir manifestaciones alegando riesgos en la seguridad.