El riesgo a nuevos derrumbes del viaducto Morandi, en Génova, ha obligado a evacuar a 632 personas de las viviendas que se encuentran próximas a la zona afectada por el desplome del puente de la A10 para evitar desgracias mayores. Lo más probable es que las casas tengan que ser demolidas, igual que el resto del viaducto.

"Es difícil mantener las casas debajo de un puente peligroso que tiene posibilidades de desplomarse o incluso ser derribado", ha explicado este miércoles el alcalde de la ciudad italiana, Marco Bucci.

Según las últimas cifras oficiales, 39 personas han muerto como consecuencia del derrumbe, este martes, de unos 100 metros del puente. Además, hay 16 heridos, 12 de ellos graves.

A pesar de lo peligroso del terreno, los equipos de rescate siguen trabajando en la zona y se afanan por retirar los escombros con la mayor celeridad posible, unas labores complicadas que se prolongarán previsiblemente durante los próximos días, según avanzó la Cruz Roja en una nota.