Rusia condenará a un máximo de 10 años de prisión a aquellos que creen avisos falsos de bomba o ataques terroristas. La Duma del Estado, la Cámara legislativa del país, ha aprobado el miércoles esta ley que tiene la finalidad de acabar con las alertas falsas que buscan desestabilizar la actividad de los órganos de poder y ponen en riesgo la vida de muchos ciudadanos.

Según la nueva legislación, los responsables de crear estas falsas alarmas serán castigados con entre seis y ocho años de prisión y obligados a pagar una multa de casi 15.000 euros. En el caso de que el aviso provoque alguna víctima mortal o conlleve consecuencias económicas elevadas, la pena de prisión podrá aumentar hasta los 10 años y la multa se incrementará a más de 28.000 euros.

Aumento de "ataques telefónicos"

Hasta hoy, la ley vigente establecida en el Código Penal, preveía una sanción de cinco años de privación de libertad. La reforma legislativa ha sido el resultado de un aumento en el número de llamadas por aviso de bomba. Según el presidente del Comité de Legislación de la Duma, Pável Krashenínnikov, “desde el 9 de septiembre, más de 160 ciudades han sufrido ataques "telefónicos" que han llevado a evacuar a más de 10 millones de personas”.

Las evacuaciones producidas durante los últimos meses han conllevado, en ocasiones, la muerte de pacientes que estaban siendo atendidos en hospitales. Krashenínnikov ha recalcado que estos avisos de bomba también son actos terroristas y por eso hay que "endurecer la legislación".