La vieja regla, vigente entre los estados desde la guerra fría del siglo pasado, de devolver expulsión por expulsión ha vuelto a cumplirse. El Ministerio de Exteriores ruso ha convocado esta mañana al embajador alemán, Geza Andreas von Geyr, para transmitirse que dos diplomáticos de la legación serían declarados 'persona non grata' y deberían abandonar el país en el plazo de siete días. Es la respuesta del Kremlin a una medida idéntica adoptada por Berlín hace apenas una semana en represalia por el asesinato de un ciudadano de Georgia en un parque de de que Berlín en verano que, según las sospechas de la policía alemana, por los servicios secretos rusos o en su defecto chechenos.

Las expulsiones envían "una mala señal y son injustificadas", ha reaccionado el Ministerio de Exteriores alemán, al tiempo que se reservaba el derecho de adoptar medidas adicionales. La crisis diplomática arrancó después de que revelaciones periodísticas y la propia fiscalía consideraran probado, hace solo unos días, que el supuesto asesino de Zelimjan Jangoshvili llevaba un pasaporte falso cuyo número le vinculaba a una unidad del Ministerio del Interior que en el pasado había emitido pasaportes falsos para agentes del GRU, el servicio de inteligencia militar.

MERKEL EXIGE EXPLICACIONES Y COOPERACIÓN

La cancillera alemana Angela Merkel exigió al presidente ruso Vladímir Putin explicaciones y cooperación en el esclarecimiento delcrimen durante la celebración de la reciente cumbre del Cuarteto de Normandía en París. Su interlocutor ruso respondió negando cualquier responsabilidad del Estado ruso en el asesinato, calificando al difunto de "bandido sediento de sangre", vinculándole por vez primera a atentados en el metro de Moscú y recriminando a Alemania no haber concedido su extradición, una demanda que las autoridades alemanas niegan haber recibido.

Jangoshvili recibió dos tiros en la cabeza en agosto pasado en el parque del centro de la capital alemana alrededor de la medianoche. Su entorno desmiente las acusaciones de Rusia, asegura que había abandonado Chechenia en el 2004, antes de que los extremistas asumieran el control de la insurgencia chechena.