Las autoridades de Arabia Saudí denunciaron ayer que drones cargados con explosivos atacaron dos estaciones de bombeo de petróleo, horas después de que dos de sus barcos petroleros sufrieran una serie de presuntos sabotajes el domingo en aguas de los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Estos incidentes suceden en plena crisis entre Estados Unidos -gran aliado de Riad- e Irán por el programa nuclear y han hecho crecer la tensión bélica en esta estratégica región del mundo.

El ministro de Energía saudí, Jalid al Falih, calificó ayer el ataque con drones de «cobarde acto terrorista» y dijo que las explosiones, que provocaron un gran fuego, no interrumpieron la producción ni la exportación de crudo. Al Falih añadió que el gigante estatal Aramco, la gran empresa de hidrocarburos saudí, se vio forzada, sin embargo, a detener el bombeo en el oleoducto afectado, el Este-Oeste, mientras se evaluaban los daños y se reparaban las estaciones, según un comunicado emitido por la agencia estatal de noticias SPA. Es la primera vez que instalaciones petroleras del reino saudí sufren ataques de estas características con el uso de drones.

Según el ministro, el ataque se produjo a primera hora de la mañana en las estaciones de Dawadmi y Afif, en la región de Riad. Los responsables saudís advirtieron de que la agresión atenta contra la seguridad en el suministro energético mundial y señalaron como responsables a las milicias yemenís hutís. «Estos ataques prueban una vez más que para nosotros es importante hacer frente a los grupos terroristas, incluido los hutís del Yemen a los que apoya Irán», afirmó Al Falih.

La televisión Masirah, de los hutís, había informado poco antes, citando a una fuente militar, que los rebeldes habían lanzado ataques con drones contra «instalaciones vitales saudís». Arabia Saudí lidera una coalición de países del Golfo y Egipto que combate a los hutís desde hace cuatro años, una guerra que ha desencadenado la mayor crisis humanitaria de este siglo, según ha denunciado en numerosas ocasiones Naciones Unidas.

Si en el caso de los drones, los saudís han señalado como responsables a los hutís yemenís -comunidad de la rama chií del islam, enemiga de la suní que controla los saudís- en el de los ataques a los petroleros del domingo pasado tanto Riad como Abu Dhabi mantienen hasta ahora silencio.

En total fueron atacados el mismo día y en la misma zona, frente al emirato de Fujairah, cuatro buques. Los dos petroleros saudís sufrieron «daños importantes», según las autoridades de Riad, pero no hubo víctimas ni marea negra. El Andrea Victory, de propiedad noruega, fue alcanzado por un «objeto indeterminado» que al estallar abrió un pequeño boquete en el casco. La cuarta nave, A Michel, es de los EAU.

Importancia estratégica

Las autoridades emiratís han informado que abrirán una investigación para resolver el misterio, aunque desde un principio señalaron implícitamente como responsable a Irán. Teherán se ha defendido negando toda implicación y, además de pedir que se investigue, calificó los incidentes de «inquietantes y horribles». El ministro de Exteriores iraní, Abás Mussavi, advirtió el lunes contra el «aventurismo» de fuerzas extranjeras para perturbar la navegación marítima. La zona donde se han registrado los incidentes es de gran importancia estratégica.

Está situada a muy poca distancia del estrecho de Ormuz, por donde pasa el 35% del crudo que es transportado via marítima en el mundo. En varias ocasiones el régimen de Teherán ha amenazado con cerrar este paso, que depende de Irán, si es víctima de una agresión militar. En todo caso, el presidente de EEUU, Donald Trump, volvió a amenazar a Irán: «Si ellos hacen cualquier cosa, sufrirán enormemente». Un aviso que se suma al refuerzo militar que ha hecho estos últimos días el Pentágono en la región, con un portaviones, varios navíos y aviones de combate, así como bombarderos B-52 y misiles Patriot.