Italia celebró ayer unas elecciones regionales en Emilia Romaña (norte) y Calabria (sur) que el ultraderechista Matteo Salvini pretende aprovechar para desgastar al Gobierno del país, en manos de la coalición entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el progresista Partido Demócrata (PD). Casi cinco millones y medio de italianos estaban llamados a las urnas en Emilia Romaña (3,5 millones) y Calabria (1,9) y los colegios permanecieron abiertos hasta las 23.00 horas, cuando comenzó el escrutinio, que se prolongó durante la noche.

En Emilia Romaña, según los sondeos, se vivía un muy ajustado pulso entre el presidente saliente, Stefano Bonaccini, del PD y la senadora Lucia Borgonzoni, apoyada por la coalición de partidos derechistas agrupados en torno al líder de la Liga y exministro del Interior Matteo Salvini. Los primeros sondeos a pie de urna, publicados al cierre de los colegios electorales, daban una victoria por solo tres puntos porcentuales a Stefano Bonaccini.

Por otro lado en Calabria, gobernada desde el 2014 por la izquierda, competían la candidata de derechas, Jole Santelli, favorita en todas las encuestas; el de izquierda, Filippo Callipo; el del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Francesco Aiello, y el independiente Carlo Tansi.

De acuerdo con las encuestas a pie de urna, la más votada sería la candidata del centroderecha, Jole Santelli, cuya victoria ya había sido anunciada por los sondeos difundidos antes de la cita electoral. Un resultado que, de confirmarse, implicaría otra derrota para los progresistas del Partido Demócrata y su candidato.

Pero toda la atención se centraba en Emilia Romaña por ser el histórico bastión de la izquierda, que la gobernó durante los últimos 70 años. Una hegemonía que podría acabar.

Los datos al cierre de esta edición de afluencia a las urnas demostraban una tendencia dispar: en la región norteña se ha producido un importante aumento respecto a los comicios de hace cinco años, mientras que en la sureña se mantenía prácticamente en la línea habitual.

En concreto Emilia Romaña duplica su participación: al mediodía había votado el 23,44 % del censo, mientras que en la anterior cita solo lo hizo el 10,77 % a esa hora. En Calabria lo había hecho un 10,48% de los electores, frente al 8,85% anterior.

La candidata derechista en la primera región, Borgonzoni, aseguró tras votar en Bolonia sentirse «optimista» por estos datos que, cree, pronosticaban unas «grandes ganas de cambio».

Para ello Salvini se había entregado al máximo en la campaña, consciente de que la conquista de ese territorio supondría una duro varapalo para los partidos del Gobierno: el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S), el PD, la izquierdista Libres e Iguales y la centrista Italia Viva.