El presidente de España, Pedro Sánchez, cruzó ayer el océano Atlántico por quinta vez desde que llegara a la Moncloa en un viaje absolutamente marcado por la crisis que se ha desatado en Venezuela. Su destino más importante es México, donde se reunirá con su homólogo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pero antes, el mandatario realizó una breve visita a la República Dominicana, donde participó en un encuentro de la Internacional Socialista.

Allí, el jefe del Ejecutivo, español, que el pasado sábado ya anunció que reconocería a Juan Guaidó como presidente de Venezuela si Nicolás Maduro no convocaba elecciones en el plazo de ocho días, dejó claro su apoyo a la oposición del país caribeño.

En primer lugar, el mandatario se reunió con varios representantes de partidos contrarios al chavismo, ante los que reiteró su mensaje de que respaldará a Guaidó si Maduro no atiende a la petición de la UE. Después, en su discurso, llamó «tirano» a Maduro. «Somos socialistas porque defendemos la libertad. Quien responde con balas y prisiones a las ansias de libertad y democracia no es socialista. Es un tirano. Los venezolanos tienen que sentir el aliento de la Internacional Socialista. Se protege al pueblo dejando que se exprese en libertad», señaló Sánchez. JUAN RUIZ SIERRA