El secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, se ha convertido en el primer responsable europeo en mostrar su apoyo a las extensas purgas acometidas por el Gobierno turco tras el fallido golpe de Estado de julio. "Reconocemos la necesidad de enfrentarse a quienes están detrás del golpe y también a esta red secreta que se ha infiltrado en el Ejército y la Judicatura", ha dicho Jagland, en referencia a la cofradía del predicador turco exiliado Fethullah Gülen, al que el Gobierno turco responsabiliza de la asonada militar del 15 de julio pasado.

"Quiero decir que no hemos llegado a entender lo suficiente el daño que (esta infiltración) ha causado a las instituciones democráticas de Turquía. Nos han informado de esto desde hace tiempo y entendemos la necesidad de limpiar todo aquello", ha dicho Jagland. No obstante, el político noruego ha subrayado que esta "limpieza" de las instituciones debe hacerse con respeto a los derechos humanos.

COLABORACIÓN CON ANKARA

Jagland ha hecho estas estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, celebrada en Ankara. El dirigente ha prometido también que expertos del Consejo de Europa colaborarán con el Gobierno de Turquía en este proceso.

La voz de Jagland desentona con las levantadas hasta ahora en Europa en relación a la amplitud de las purgas en curso en Turquía, que han afectado al ejército, la justicia, la educación y la prensa. Según las cifras facilitadas por el propio ministro del Interior, Efkan Ala, un total de 25.917 han sido interrogadas tras el golpe y más de 13.400 siguen detenidas por su presunta implicación en la trama que trató de apartar del poder al islamista Recep Tayyip Erdogan.