El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil logró hoy separar en dos votaciones el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff, para que se analice primero su destitución y luego, en el caso de que sea aprobada, su inhabilitación durante ocho años.

Minutos antes del inicio de la votación en la que Rousseff se juega el cargo, el PT presentó una moción pidiendo separar en dos votaciones la destitución y la deliberación sobre sus derechos políticos.

Rousseff tiene 68 años y, si es inhabilitada por ocho años, como establece la legislación brasileña, sólo podría volver a presentarse a unas elecciones con 76 años de edad.

El senador Lindbergh Farias, del PT, leyó artículos de la ley que establece las reglas de los procesos de destitución, que data de 1950, de la Constitución de 1988 y de sentencias del Tribunal Supremo para argumentar la petición de que se realicen dos votaciones.

En 1992 el entonces presidente Fernando Collor de Mello renunció a la Presidencia instantes antes de que el Senado celebrase la votación de su destitución, en un proceso similar al que enfrenta Rousseff, pero el Senado decidió inhabilitarle del mismo modo.

En el debate de hoy, Collor, que actualmente es senador, se opuso a que se celebren dos votaciones pues, según él, no se puede hacer una "interpretación troceada" de la Constitución.

Una vez oídos argumentos a favor y en contra, el presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski, aceptó la petición después de una larga argumentación en la que se basó en el regimiento interno del Congreso.

Una vez aprobada esa petición, se iniciará la votación de la destitución en los próximos minutos, que se realizará mediante un sistema electrónico que permitirá conocer de inmediato la decisión que Rousseff aguardará en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia que aún ocupa.